Fue el momento más emotivo y simpático del pleno pre navideño. Pasadas las 4 de la tarde, el Consistorio tomaba conocimiento de la renuncia de la portavoz municipal de la CUP, Maria Sirvent, que deja el Ayuntamiento de Terrassa para incorporarse al Parlament de Catalunya. Fue una despedida cariñosa en la que no faltaron los zascas habituales en una jornada poselectoral.
El alcalde, Alfredo Vega, reflexionó en voz alta cuando le dijo a Sirvent que la encontraría a faltar. "Nos pasa con otros miembros -dijo-. La política a veces es difícil y dura", pero también permite apreciar a personas que, como Sirvent, "hacen una oposición exigente, difícil, en busca de la coherencia de ideas".
De la parlamentaria egarense sus colegas de pleno destacaron su "espíritu crítico, cordial y leal". También su "rigurosidad en el ejercicio de la política", le dijo el común Xavi Matilla, y que como Marc Grau, comentó el republicano Isaac Albert, "aportan valor al trabajo, nos hacen mejores".
Los independentistas animaron a la diputada anticapitalista a "trabajar por la consecución de la república catalana", mientras los constitucionalistas le pidieron que trabaje "para la totalidad de los catalanes", en palabras del popular Alex Rodríguez. El portavoz municipal del PP reconoció "desde la discrepancia" su "buen trabajo" y bromeó al pedirle que, cuando llegue a la cámara catalana, salude "a mis compañeros del grupo mixto".
Menos condescendiente estuvo el ciudadano Javi González, sin amigos en la CUP, dijo. "No te deseo suerte en el Parlament, pero sí en tu proyecto personal".
Sirvent hizo su discurso de despedida antes de que intervinieran los portavoces, de manera que no pudo responderles personalmente en el salón de plenos, aunque sí después en el tradicional aperitivo navideño. La diputada quiso agradecer de manera especial el apoyo de los técnicos municipales "que me han enseñado mucho". Se va convencida de que la acción política "tiene muchas limitaciones en el Ayuntamiento. También por eso es necesario constituir la república".