El pleno decidió el jueves, con los votos a favor del PSC, TeC, ERC y CUP, estudiar la viabilidad de gestionar de forma directa los servicios de comedor escolar que ahora están externalizados, una vez que acaben los contratos en vigor. El de las escuelas infantiles lo gestiona Serunion hasta agosto de 2018. El más polémico es el contrato a favor de Serhs, que se encarga de los comedores de los centros de primaria hasta marzo de 2020.
En un intenso debate sobre la capacidad de control por parte de la Administración de servicios públicos externalizados, especialmente tan sensibles como el que tiene que ver con la alimentación de los niños, Maria Sirvent, edil de la CUP, defendió la gestión directa para "garantizar las condiciones laborales de las trabajadoras", que, denunció, Serhs pretende modificar y así "precarizar".
Ni las condiciones de trabajo ni la calidad del servicio, dijo la anticapitalista, se pueden controlar mediante un pliego de condiciones. Anna Rius, de TeC, expuso las quejas que han llegado a su grupo sobre la "calidad de los alimentos que se sirven" o la "cantidad" de las raciones. Incluso, aseguró, la empresa "limita la cantidad de vasos de agua" que pueden tomar los pequeños. El actual modelo de externalización del servicio de comedor, denunció, "genera desigualdades" entre los escolares.
El alcalde, Alfredo Vega, se mostró a favor de analizar la situación y estudiar todas las opciones, pero tildó de "muy graves" las acusaciones realizadas por Rius. El edil aseguró que ése no es el retrato que los miembros de la comunidad educativa le han hecho de la situación en los comedores, pero se comprometió a investigar el asunto.