La anunciada visita del Russian State Ballet, con dirección de Viacheslav Mihailovich Gordeev, en la temporada de danza del Centre Cultural agotó las localidades hace días y su actuación, que tuvo lugar el sábado por la tarde-noche, fue un placer. La compañía rusa bailó en un auditorio, el Alfons Vallhonrat, lleno hasta la bandera y su espectáculo con las "suites" de "Giselle" y "Don Quijote" fueron un auténtico festín de clásica por todo lo alto.
Todo el elenco, solistas y cuerpo de baile, estuvieron a la altura de unas obras del repertorio que exigen grandes cualidades técnicas y expresivas en la interpretación. No defraudaron en absoluto. Las primeras figuras brillaron con luz propia en los pasos a dos descritos ofreciendo momentos de baile que fueron vibrantes, apoteósicos.
El Russian State Ballet eligió para su gala de Terrassa los fragmentos de baile de dos obras muy preciadas del clásico. Inauguró su actuación con "Giselle", coreografiada por J. Coralli, J. Perrot y Marius Petipa, con música de Adolphe Adan. Esta obra, estrenada en 1841 en la Ópera de París, está protagonizada por una joven y bella campesina que vive en los valles del Rhin y que quiere bailar pero su madre le frena su sueño porque teme que, debido a su frágil salud, pueda morir antes de casarse. El Russian Ballet se centró en el acto donde Giselle ha traspasado al mundo de los espíritus y uno de sus enamorados, el duque Albrecht, la busca incesante con el deseo de pedirle perdón tras haberla engañado. No lo tendrá fácil porque deberá luchar con la reina de ese lugar no terrenal.
La compañía ofreció una "Giselle" llena de romanticismo y lirismo tal como lo pretendieron sus coreógrafos (al frente el francés Marius Petipa). La "suite" reprodujo con creces ese mundo onírico donde se erigen las fuerzas del bien y del mal y con ellas los sentimientos contrapuestos de los protagonistas. La danza se presentó bella, delicada, sutil, creando figuras y composiciones muy elegantes, donde sobresalieron las ejecuciones más arriesgadas.
Viaje a Castilla
En la segunda y última parte, el Russian Ballet presentó la "suite" de "Don Quijote, de Petipa y música de Minkus con adaptación del director artístico de la compañía. De esta coreografía, que se estrenó en 1869 en el Teatro Bolshoi de Moscú, se representó el fragmento de las bodas de Camacho, en el que el padre de la joven Kitri quiere que su hija renuncie a su amor Basilio.
La obra, más amena y divertida, nos sumergió en el ambiente de una Castilla profunda -quizás demasiado acentuado el folklore popular de la meseta- pero nos gustó. De un modo especial porque la pareja protagonista dio un recital que nos quitó la respiración. Las piruetas vistas -los bailarines se elevaban y giraban sin parar sin perder la sonrisa- fueron un deleite para los sentidos y confirmaron que el Russian tiene bailarines que han nacido para ser estrellas.
"RUSSIAN STATE BALLET"
Dirección artística: Viacheslav Mihailovich Gordeev. Coreografías: “Suites” de “Giselle” (J. Coralli, J. Perrot y Marius Petipa/Adolphe Adan) y “Don Quijote” (Versión de Viacheslav M. Gordeev sobre el libreto original de M. Petipa/L. Minkus). Día 25 de noviembre. Centre Cultural Terrassa
