La artista visual argentina Andrea Allen exhibe hasta el próximo 3 de diciembre su obra enmarcada dentro de la temática "Trasllats Fronterers", en el Centre Cultural Terrassa. La escultora y pintora, nacida en 1967, explica el contenido y algunos detalles de su muestra a este diario.
¿Es la primera vez que se exponen estos cuadros?
Las obras más recientes fueron realizadas entre los años 2016 y 2017 y son expuestas por primera vez. Las que conforman la primera parte de la exposición ya fueron exhibidas en varias ocasiones, ya que las realicé entre 2012 y 2015.
¿Cuál ha sido su fuente de inspiración?
Desde 2011 estoy trabajando sobre la idea de los territorios, de los límites y las fronteras. Comencé realizando relieves con formas irregulares, orgánicas y muy pulidas. O bien con formas únicas o como una instalación de piezas que dialogan entre sí; siempre pensando en donde comienza y termina un espacio, una zona, un territorio.
¿En qué se asemejan y en qué se diferencian las dos etapas de los cuadros?
La idea o el concepto de las dos etapas es el mismo, la diferencia reside en el formato y el color, que en la etapa del 2016-17, se caracteriza por una reducción de la paleta y por formas que se quiebran, se abren y se desplazan.
¿Qué técnicas ha utilizado para salirse de los límites del cuadro, hacer los quiebros y aplicar las diferentes texturas?
En esta exposición "Traslados fronterizos" he utilizado PVC, un material que me ha permitido manipularlo para poder plasmar esa idea de quiebre, de límite, de desprendimiento. Con respecto a la pintura y el dibujo que realizo posteriormente, comienzo de una manera gestual, con trapos, plásticos, mezclando, superponiendo, buscando una impronta que me inspire.
¿Qué importancia tiene el color, y cuál es su interpretación como autora?
Con el color hay una intención diferente entre cada etapa. En la primera etapa el color es preponderante, alude a la violencia o al movimiento, como una explosión de energía. En la otra sala la intención era una paleta reducida, revalorizando así las formas.
¿Le sorprende que su exposición haya coincidido casualmente con un conflicto territorial entre los gobiernos de Catalunya y España?
Es realmente una casualidad ya que el tema de mi obra lo estoy trabajando desde hace muchos años y los conflictos territoriales, culturales y religiosos son de todos los tiempos y de todos los continentes.
¿Qué "feed back" ha logrado?
Ha tenido muy buena aceptación, gustó mucho. Creo que el formato es bastante original, ya que en estos tiempos no hay nada que sea en realidad totalmente nuevo.
¿Es su primera colaboración con la comisaria Vera Ravera, preparan algo nuevo juntas?
Junto a Vera Ravera venimos trabajando desde hace cuatro años aproximadamente. Tenemos varios proyectos presentados en Catalunya, Valencia y Madrid. Confirmado para el 2018 en el Consulado General y Centro de Promoción Argentina en Barcelona.
¿Qué está preparando ahora? ¿Cuáles son sus próximos proyectos?
En estos momentos estoy trabajando en Buenos Aires, exponiendo en una muestra colectiva en la galería Cecilia Caballero. En septiembre pasado realicé la muestra "Al unísono" junto a la artista Susana Silva, en el en el C. C. Borges. También estoy organizando talleres abiertos en donde realizo mis obras; es un predio (tierra o hacienda) que posee cuarenta espacios para artistas visuales. Todos los años se realiza un gran evento benéfico y donamos obras para este fin. Además estoy trabajando como colaboradora del artista visual Luis Felipe Noé, a quien diseño y realizo esculturas en la cuales él interviene después. Entre ellas, destacan la instalación "Coherente Oxímoron" 2014, "Facetas" 2015, "Blue" 2015, "Proyecto de monumento a la humanidad" 2015, "Circunstancialmente otro" 2016, y la instalación "Entreveros" 2017.