Discutieron. Según la Justicia, un contendiente dio un puñetazo al otro; al día siguiente, la víctima rompió la puerta de casa del agresor. Los dos han sido condenados: uno por lesiones, otro por daños.
No hace ni un año de aquello. Ocurrió el 16 de enero del 2017, a eso de la una de la tarde. La refriega se desató en la calle de Pau Marsal, por motivos que no han trascendido. Uno de los implicados asestó un puñetazo a otro en la cara, causándole una contusión en el lado izquierdo.
Pasaron las horas, pero no se calmaron los ánimos, por lo que parece. A las nueve de la noche del día siguiente, las diferencias entre uno y otro vivieron un segundo episodio. La víctima de la agresión se dirigió al domicilio del agresor. Agarró un obujto contundente y golpeó varias veces una puerta, hasta romperla y causar daños valorados en 1.315 euros.
La Audiencia Provincial, en apelación, ha condenado al autor del puñetazo a 200 euros de multa por lesiones y a pagar 450 euros al agredido. Y este ha sido castigado a una multa de 1.200 euros por un delito de daños y a abonar los 1.315 euros que costó arreglar la puerta.