Cuando una mujer se queda embarazada y tiene un parto por vía vaginal, puede sufrir lesiones y disfunciones en el suelo pélvico. En las dos últimas décadas, los servicios de ginecología y obstetricia de los hospitales españoles han empezado a modificar su forma de hacer tocología, con la premisa de no afectar el suelo pélvico y respetarlo al máximo "Nadie se había planteado que el suelo pélvico, como entidad, tenía importancia. Si había un desgarre o se tenía que hacer una episiotomía, la gente pensaba que ya lo suturarían y no pasaría nada. Probablemente, en los últimos 20 o 30 años esto ha ido cambiando. Cada vez hay más sensibilidad porque se ha visto que cada vez hay más patología asociada al embarazo y al parto", explica Jordi Cassadó, jefe clínico del Servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital Universitari MútuaTerrassa (HUMT).
El centro terrassense ha sido y es precursor de este cambio de tendencia a nivel español. Hace veinte años que practica la ecografía de suelo pélvico como mecanismo para detectar a tiempo estas patologías o lesiones. Es más, el doctor Cassadó hizo en 2001 la primera tesis en España centrada en la ecografía de suelo pélvico y desde hace seis años imparte un curso sobre ecografía morfológica y funcional como instrumento para diagnosticar y controlar el tratamiento de las disfunciones del suelo pélvico. En el transcurso de estas seis ediciones se han formado unos 500 profesionales.
Disfunciones
Antoni Pessarrodona, jefe del Servicio de Ginecología y Obstetricia del HUMT explica que de entre las disfunciones de suelo pélvico ligadas directamente al parto, la más importante es el prolapso. "También hay la incontinencia anal, que es poco frecuente pero gravísima desde el punto de vista de calidad de vida. Y probablemente hay alguna cosa durante el parto que también afecta a la incontinencia urinaria". "En la incontinencia urinaria, probablemente ponderan tanto el embarazo como el parto", detalla el doctor Cassadó.
Los beneficios directos de la ecografía del suelo pélvico son el incremento de la capacidad de diagnóstico y la adecuación de la cirugía según las necesidades del paciente. Mediante esta técnica se pretende disminuir las intervenciones derivadas de las disfunciones del suelo pélvico. En este sentido, Cassadó señala que el diagnóstico ecográfico les permite "ver lesiones y cotejar los factores de riesgo". "La ecografía, lo que nos permite es entender porqué se producen una serie de problemas. Lo que hemos hecho hasta ahora es lo que denominamos investigación básica. Lo que nos han permitido estas técnicas es correlacionar lesiones con problemas. Ahora estamos en la segunda fase, que consiste en ver qué podemos hacer para evitar estas lesiones que provocan unos problemas. Probablemente, en los próximos 10 años, lo que habrá, y que ya hay, es la búsqueda de factores para poder hacer índices de riesgo, es decir, poder decir ‘esta paciente tiene riesgo de hacer esta lesión; pues cambiamos la manera de hacerla parir para que no la tenga’. Este el objetivo", añade Pessarrodona.
El reconocido doctor John Delancey de la Universidad de Michigan, referente internacional en el ámbito de suelo pélvico, se refiere desde hace tiempo a "la actual epidemia de mujeres que sufren prolapsos, incontinencia… como consecuencia de una intervención controvertida en el momento del parto". La ecografía ha permitido conocer esta realidad y actuar al respeto.
En términos de investigación básica, mediante la ecografía se pretende llegar a conseguir algoritmos de predicción con la finalidad de promover un cambio de actitud en las salas de parto. "Hasta hora, cuando un niño no salía esporádicamente, los más habitual era hacer un fórceps. Uno de los descubrimientos, entre comillas, más importante de los últimos diez años ha sido ver que el fórceps es más lesivo para la madre que otras técnicas como el vacuum. El siguiente paso, es modificar nuestra forma de trabajar, es decir, hacer menos fórceps, intentarlos minimizar y sustituirlos por otras técnicas. En Mútua, cada vez instrumentalizamos menos y cuando lo tenemos que hacer, lo intentamos hacer con algo menos lesivo", explica Pessarrodona.
Objetivar
"Las técnicas que tenemos ahora nos permiten objetivar las cosas y darles un valor que permite cambiar la manera de hacer", dice Pessarrodona. "Históricamente, la episiotomía se hacía a todo el mundo. Ahora parece que no se tenga que hacer a nadie. Probablemente, no es una cosa ni la otra, sino seleccionar a las mujeres a las que se les tiene que hacer. Todo pasa por lo mismo, identificar qué personas necesitan qué cosas para prevenir sus enfermedades y problemas", destaca Cassadó. Es más,"lo importante no es identificar una lesión. Lo importante es no llegarla a identificar. Poder hacer algo preventivamente para no terminar viéndola", específica.
En este sentido, Cassadó, que es presidente de la sección de suelo pélvico de la Societat Catalana d’Obstetricia i Ginecologia y vicepresidente de la sección española, explica que la ecografía se utiliza cada vez más. "Validar las técnicas de imagen es mucho más difícil que validar un fármaco pero la ecografía de suelo pélvico cada día tiene más aplicaciones reales, que es lo que intentamos transmitir en nuestros cursos. Cada vez hay más artículos al respeto y el nivel de evidencia y el grado de recomendación empieza a ser más potente", señala.