El PDeCAT y el PSC han suspendido de mutuo acuerdo el pacto de gobierno que mantenían desde hacía diez meses para liderar el Ayuntamiento de Sant Cugat. Los motivos: las "circunstancias excepcionales" que vive Catalunya y la convocatoria de elecciones el 21 de diciembre, cuya precampaña y campaña electorales "podrían afectar la gobernabilidad" de la ciudad. Así lo explicaron ayer en rueda de prensa la alcaldesa de Sant Cugat, Mercè Conesa (PDeCAT), y el hasta ahora teniente de alcalde y único concejal del PSC, Pere Soler.
La ruptura del acuerdo entre ambas formaciones no supondrá grandes cambios en el plenario, donde el PDeCAT (once concejales) seguirá gobernando en minoría, como ya sucedía con el edil socialista como socio de gobierno. La única diferencia es que si con Soler el ejecutivo estaba a un regidor de la mayoría, ahora retrocede una posición y se queda a dos (el pleno municipal lo forman 25 regidores).
"El 21D ha sido clave porque haremos campaña por separado y se presupone que habrá una tensión importante, razón por la cual entendemos que lo mejor para la salud de la gobernabilidad de la ciudad es suspender el acuerdo", aseguró ayer Conesa a los medios.
Soler, por su lado, declaró que "nos intentamos aislar del clima político nacional, pero la realidad nos ha invadido y esta es la mejor decisión que podíamos tomar para la ciudad, porque las tensiones en la calle, los insultos y la presión mediática han influido".
Apoyo al ejecutivo
Tanto Conesa como Soler destacaron que el pacto entre las dos formaciones ha funcionado de forma "excelente" y, pese a salir del gobierno, el PSC se compromete a apoyar al ejecutivo en todos los acuerdos alcanzados previamente, así como en los presupuestos.
La decisión fue tomada entre Conesa y Soler el pasado viernes, en una reunión en el Ayuntamiento, y los dos partidos no descartan levantar la suspensión del pacto de gobierno una vez celebradas las elecciones del 21D. "Nuestro pacto podía llegar hasta aquí", dijo Conesa, y destacó la "lealtad institucional" y el "respeto" del grupo del PSC.
Soler reflexionó sobre la posibilidad de volver al ejecutivo tras el 21D diciendo que "a veces, para avanzar un poco tenemos que dar pasos atrás, y el PSC y el equipo de gobierno los dan ahora, pero esperamos que el paso adelante no tarde mucho y que nuestro país vuelva a tener una situación más tranquila, sea cual sea". Y añadió: "Pido respeto y repruebo las actitudes de intolerancia e incivismo hacia formaciones que no están de acuerdo con el proceso independentista, porque nosotros siempre hemos tenido ese respeto".
"El PSC no ha votado la aplicación del artículo 155", recordó el socialista y reprobó algunas actitudes al entender que "es una situación desproporcionada que no compartimos, así como las medidas preventivas judiciales", apuntó, para luego defender una "España federal" y la reforma de la Constitución.
Conesa salió en defensa de Soler al decir que "pese a nuestras diferencias, el PSC de Sant Cugat ha condenado las cargas policiales, el encarcelamiento del Govern, de Jordi Cuixart y de Jordi Sànchez y ha mostrado su actitud contraria a la aplicación del 155". Tanto Conesa como Soler aseguraron que no han recibido presiones de sus partidos a nivel nacional para romper el pacto, mientras que el socialista descartó dejar el PSC, formación en la que milita desde hace 35 años.
La salida de Soler hará que la propia alcaldesa asuma la cartera de Políticas Territoriales y la teniente de alcalde Joana Barbany, la de Ocupación, ambas áreas en manos del socialista mientras formaba parte del ejecutivo. El cambio del cartapacio será ratificado en el pleno del día 20.