Coca-Cola se ha comprometido a que su catálogo de bebidas en España presente en 2020 una cantidad de azúcar un 7 % inferior a la que tiene actualmente a través de reformulaciones y del lanzamiento de nuevas referencias “sin”.
Así lo ha explicado hoy en declaraciones a Efeagro el director de Salud y Nutrición de la compañía, Rafael Urrialde, quien tras participar en la presentación de la nueva estrategia de sostenibilidad de la multinacional estadounidense ha destacado que el objetivo es más ambicioso en España que para Europa Occidental en general debido a los “avances” ya conseguidos.
Mientras que la meta a nivel europeo es bajar el azúcar un 10 % para el período 2015-2020, en España ese objetivo se sitúa en el 12 % para todas sus bebidas a excepción del agua y los zumos, que no forman parte de este plan.
A día de hoy, el contenido de azúcar de todo su portafolio -que incluye marcas como Fanta, Aquarius, Powerade o Sprite, además de Coca-Cola- ya ha disminuido su nivel respecto a 2015 y ahora debe reducirlo un 7 %, según sus cálculos.
Urrialde ha recordado que entre 2000 y 2016 ya bajó un 38 % la cantidad utilizada de este ingrediente en sus productos, a lo que se suma la aparición de referencias sin azúcar en cada una de las marcas que comercializa en el mercado español.
“Estamos reduciendo el azúcar a una media del 3-4 % por año en todo nuestro catálogo de bebidas”, ha subrayado el responsable de la división de Salud y Nutrición.
Otro de los objetivos de la estrategia presentada hoy -bajo el título de “Avanzamos”- es conseguir que la mitad de sus ventas procedan de bebidas bajas en calorías o sin calorías (es decir, con menos de 20 kilocalorías por cada 100 mililitros) de cara al año 2025.
Cambios en las recetas, nuevas incorporaciones a su catálogo, el lanzamiento de envases de menor tamaño y dar información nutricional de forma “clara y sencilla” son algunas de las medidas recogidas en el documento.
Trabajar por que sus envases no acaben contaminando el medioambiente, aumentar el uso de plástico reciclado, fomentar la llegada de mujeres a puestos directivos hasta que representen el 40 % de los altos cargos o favorecer el empleo entre los jóvenes son otras de las metas establecidas para 2025 en el marco de esta nueva estrategia.