Terrassa

“Desde la humildad, siempre he pensado que puedo ser alcalde”

La dimisión de Jordi Ballart como alcalde de Terrassa abre un abanico de opciones para una oposición que aspira a la vara de mando. Xavier Matilla, portavoz del partido con más representación tras el PSC, Terrassa en Comú (TeC), apuesta por liderar un equipo de gobierno que necesitará de alianzas, probablemente con ERC, y con el apoyo del PDeCAT y de la CUP. Elogia a Ballart por su decisión, aunque considera que su partido estaba anclado a políticas inefectivas y contrarias a las necesidades de los ciudadanos.

¿Cómo valora la dimisión de Jordi Ballart?
Simpaticé con él a la hora de valorar que fue una decisión muy coherente con los compromisos que había manifestado, y empaticé en el sentido emocional porque fue una decisión muy difícil. Más allá del hecho personal, es un acto que nos ayuda a dignificar la política, porque no estamos acostumbrados a que determinados responsables políticos, y más cuando ocupan ciertos cargos, estén dispuestos a renunciar porque consideran que su partido no les representa.

¿Está de acuerdo con lo que dijo al dimitir, que el PSC ha perdido la S de socialista y la C de catalán?
No sólo estamos de acuerdo si no que lo hemos dicho desde el principio, como lo han hecho otras fuerzas políticas. Nosotros nacemos con la conciencia que ha habido un partido que gobierna desde hace 36 años y esto había generado unas dinámicas muy perjudiciales para la ciudad. Él transparentó que hay un partido que no estaba al servicio de la ciudadanía. Cuando cita que ha tenido presiones por el tema del agua o de los pisos vacíos, viene a darnos la razón de lo que habíamos denunciado.

¿Ve a Ballart en TeC? ¿Le gustaría?
Lo veo con un discurso muy cercano. La empatía que generó su discurso el pasado jueves le sitúa en una banda de frecuencia muy cercana. Si se concreta o no, creo que han de pasar unos días y que las cosas se pongan en su sitio.

¿Augurar lo que viene es complicado o está todo aliñado?
La decisión de Ballart fue muy coherente, pero también es cierto que deja a la ciudad en una situación muy complicada. Hay una primera consecuencia y es que el PSC ha quedado desacreditado para continuar gobernando esta ciudad. Somos conscientes del peso que tiene un cabeza de lista, y en su caso todavía más y no sólo lo deja, si no que lo hace explicando todos los problemas internos que tiene su partido. Y no podemos olvidarnos, si somos honestos, que el mandato ha sido un fracaso. El pacto de gobierno entre el PSC y el PDeCAT, ha sido un absoluto fracaso. No ha habido capacidad de genera un equipo de gobierno y un proyecto de ciudad y nos encontramos con un vacío brutal en el Ayuntamiento.

ERC se ofreció para liderar una alternativa para la alcaldía antes de la dimisión de Ballart. ¿Les ha molestado?
No. Es una cuestión de peso y numérica de representación y creemos que recae en nosotros esta posibilidad. Es una responsabilidad que no queremos rechazar y la cogemos con todo el convencimiento del mundo. En estos dos años y medio, lo que hemos hecho para la ciudad, lo valoramos como muy positiva. Ahora nos toca liderar, pero no ha de ser un liderazgo excluyente. Había una alternativa en 2015 con ERC y en estos momentos hemos de recuperarla.

¿Se ha de encontrar un encaje al PDeCAT o, al haber sido socio del PSC, queda descartado?
El PDeCAT pudo facilitar el cambio en esta ciudad hace dos años y medio y decidió hacer un pacto antinatura y renunció a ciertos principios para conseguir posición en el gobierno. Creo que en el mismo PDeCAT, entienden ahora que fue un error. No ha dado una imagen de cambio en esta ciudad, pero tiene una gran oportunidad de recuperar credibilidad. Sería un acto de responsabilidad y generosidad que permitieran ahora un gobierno de TeC y ERC, que supone un cambio.

En su imaginario, ¿se ve cómo alcalde?
Desde la más absoluta humildad, siempre he estado convencido de que lo podía ser. No como una voluntad personal, sino por todo el equipo de TeC y es un convencimiento también de necesidad de la ciudad. Tenemos la capacidad de aportar un nuevo equipo, que aporte orden, vinculado en el proyecto, y que sea capaz de aportar nuevas ideas y nuevos escenarios y, por tanto, recuperar la ilusión.

En su grupo siempre se han reclamado cuestiones imprescindibles y pendientes que no se han tratado. ¿Este sería su primer reto?
Todo lo que pase ahora, sin dejar de banda los aspectos nacionales, ha de procurar de retornar la agenda de políticas de la ciudad encima de la mesa. Hay un tema muy exigente, como es la municipalización del agua, que puede quedar en una situación delicada, y es una absoluta prioridad. Hay que recuperar el tema de la desigualdad en la ciudad. Con la crisis, la ciudad ha tendido a desigualarse, territorial y socialmente, y esto requiere medidas de urgencia y capacidad de definir proyectos a medio y largo plazo. Económicamente, Terrassa hace años que navega.

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