Terrassa

TeC prioriza un acuerdo con ERC frente a un PSC “desacreditado”

Los movimientos no se han hecho esperar. Las conversaciones entre partidos para empezar a construir el futuro gobierno de la ciudad arrancaron el jueves por la tarde, apenas unas horas después de que Jordi Ballart anunciase que abandonaba la militancia en el PSC y renunciaba al cargo de alcalde. Ayer por la mañana, tras la celebración del pleno municipal, estas conversaciones se intensificaron.

Los representantes de los partidos marcaron perfil y detallaron cuáles van a ser sus prioridades a la hora de buscar la gobernabilidad de Terrassa. Significativo fue el posicionamiento de TeC, que en diciembre trató de alcanzar un pacto con el PSC si rompía la coalición con el PDeCAT. Una vez ha sucedido tal extremo (los socialistas rompieron la alianza el lunes), los comunes pusieron sobre la mesa la necesidad de que el entonces aún alcalde, Jordi Ballart, abandonase el PSC, cumpliendo así con lo que prometió a principios de octubre. El ya exprimer edil cumplió su palabra el jueves por la tarde: rompió el carnet del PSC y renunció a la alcaldía.

Pero ahora, ante este escenario, TeC se postula como "líder" del cambio en Terrassa, y de sus palabras de ayer se deriva que será muy difícil que gobiernen o ayuden a gobernar a los socialistas. "El PSC está desacreditado para gobernar esta ciudad", declaró ayer Xavier Matilla, que se decantó por reeditar el acuerdo que alcanzaron en 2015 con ERC para ser la alternativa de gobierno al PSC.

Matilla reconoció que la dimisión de Ballart es "coherente y valiente" y dijo compartir el diagnóstico que el propio exalcalde hizo de su partido. El líder de los comunes cree que el PSC es un "partido en decadencia que se ha alejado de los problemas de la ciudadanía" y por consiguiente "está desacreditado para gobernar".

TeC siente que le "pertoca" liderar el cambio en Terrassa y aseguró ayer que están "preparados" para hacerlo y que no rehuirán esa "responsabilidad". Matilla explicó que ya en 2015, tras las elecciones municipales, vistieron un proyecto de cambio junto a ERC y ésta será la opción prioritaria en este momento. "No cerramos ninguna puerta, pero ahora tenemos que recuperar el acuerdo con ERC", dijo, y llamó a hacerlo "conjuntamente" con los republicanos.

Diez no son suficientes
TeC sabe que sus seis concejales le otorgan la llave de la gobernabilidad. Un pacto con ERC les situaría con diez concejales, por tanto sin mayoría absoluta (se alcanza con catorce ediles) y con cierta fragilidad como gobierno. Necesitan el apoyo de los tres ediles del PDeCAT y mejor aún si también cuentan con el voto de la CUP. A los republicanos no les importaría configurar un tripartito con los soberanistas, pero TeC tiene claras reticencias a gobernar junto a la antigua CiU. Matilla recordó que "hace dos años, el PDeCAT renunció a apoyar un proyecto de cambio y optó por la continuidad", por aliarse con el PSC. En la actualidad, temas como la municipalización del agua, alejan a ambas formaciones.

Para TeC un escenario cómodo sería aquel en el que el PDeCAT facilitase el gobierno entre comunes y republicanos, pero se quedase en la oposición, haciendo de partido bisagra a la hora de aprobar los proyectos de la ciudad. Sin citar directamente a los soberanistas, ayer Matilla llamó a la "responsabilidad", dijo, para facilitar la alternativa al PSC en el gobierno: "Interpelo a todos los grupos. La situación es muy excepcional y puede llegar a ser muy grave. Facilitar un gobierno en la ciudad es un acto de responsabilidad", remarcó.

El PDeCAT está dispuesto a propiciar el cambio, pero no quiere sentirse menospreciado. Entregar sus votos a TeC y a ERC para, sin más miramientos, quedarse en la oposición le parece "humillante". Está por ver si consiguen convencer a los soberanistas. Ayer, Miquel Sàmper, líder del PDeCAT, dejó claro su rechazo a respaldar al PSC: "Descartamos dar apoyo a ningún alcalde socialista", señaló, al tiempo que remarcaba que las líneas rojas de su partido están en no respaldar a nadie que no se postule en contra de la aplicación del artículo 155 y en defensa de las instituciones catalanas.

ERC lo tiene muy claro: "Por responsabilidad política, toca trabajar para generar el cambio en Terrassa", indicó su portavoz Isaac Albert. Apeló a TeC, PDeCAT y CUP para "encontrar la mayoría alternativa a la minoría que actualmente gobierna la ciudad".

Desde la CUP, aún con la precaución de que cualquier apoyo a un posible gobierno debe pasar primero por asamblea, sí quisieron señalar que parten de la base de que "el PSC no puede seguir gobernando esta ciudad", explicó la concejal Maria Sirvent. Ante los escenarios abiertos, la CUP "respaldará el cambio". Si será desde dentro o desde fuera del Ejecutivo "lo decidirá la asamblea" en función de lo que sea "más coherente" con los objetivos de la formación, que son trabajar por "un gobierno que respete los derechos nacionales y sociales y combata el patriarcado".

Un PSC aislado
Los que ayer se vieron más solos que nunca fueron los socialistas. El grupo municipal resquebrajado y desolado tras la marcha de su líder, Jordi Ballart, encuentra que prácticamente todos los grupos dan por amortizado su paso por el gobierno. Nadie, excepto C’s, está dispuesto, a priori, a pactar con ellos. Aún así, Alfredo Vega, primer teniente de alcalde y primer secretario del partido en Terrassa, que ayer presidió el pleno y será alcalde en funciones hasta el nuevo pleno de investidura, llamó a la "responsabilidad" y a la "generosidad" de todos. Su partido iniciará una ronda de entrevistas con todos los partidos "para llegar a acuerdos y completar el mandato". Con TeC hablará primero. Aseguró que "todos los escenarios están abiertos", incluido un pacto con C’s, aunque dejó entrever que quizás los tres ediles de la formación naranja no serían suficientes para garantizar la gobernabilidad. "No sé si sería posible un pacto con C’s. Queremos un gobierno que dé estabilidad a la ciudad", apuntó Vega.

El alcalde socialista en funciones y, de momento, líder del gobierno en minoría pronunció un breve comunicado al final del pleno. Subrayó que en este "paréntesis" entre dos etapas políticas, lo "primero" que hay que hacer es "abrir un periodo de reflexión". Aseguró que el gobierno actuará con "espíritu de diálogo", garantizará "el buen funcionamiento del Ayuntamiento" y preservará "los intereses generales" de Terrassa. Pidió al resto de grupos que actúen "con generosidad para dialogar y buscar acuerdos pensando en el interés de la ciudad".

C’s ofrece tres ediles
C’s no cierra ninguna puerta ante un escenario "tan complejo", pero, en principio, estaría dispuesto a apoyar al PSC desde la oposición. "Hay que iniciar conversaciones. De entrada estamos dispuestos a proporcionar estabilidad al PSC, pero no contemplamos entrar en el gobierno", señaló su portavoz, Javier González.

Álex Rodríguez, del PP, fue ayer muy prudente con los posibles escenarios de gobierno, pero criticó la dimisión de Ballart porque "se ha ido sin pensar en Terrassa" y "deja una situación política muy complicada".

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