Terrassa

Jordi Ballart deja la alcaldía tras romper el carnet del PSC

El alcalde Jordi Ballart ha cumplido su compromiso público y ayer anunció que rompe el carnet socialista y renuncia a la alcaldía de Terrassa. En una comparecencia institucional en el salón de sesiones del Ayuntamiento, Ballart dijo que se va tras comprobar que el PSC no le representa, porque ha "renunciado a los valores e ideales de la socialdemocracia y de catalanidad", y después de comprobar que "en los últimos tiempos ha ido perdiendo la "s" de socialista y la "c" de Catalunya".

El pasado 6 de octubre el ya ex alcalde anunció en una entrevista a Diari de Terrassa que si el PSOE y el PSC apoyaban la aplicación del artículo 155 de la Constitución en Catalunya dejaría "la militancia y la alcaldía". Esa afirmación le ha perseguido el último mes, en el que no han cesado las presiones para a que cumpliera su compromiso, mientras otros le pedían que reconsiderara su anuncio y antepusiera la estabilidad del gobierno".

Finalmente ayer dio el paso de romper el carnet y abandonar la alcaldía, pero quiso dejar claro que su decisión no responde exclusivamente "a los acontecimientos de los últimos días ni a los pactos del PSC con el PP y con Ciudadanos. El giro a la derecha ha sido un motivo importante, pero hace tiempo que empecé a sentirme fuera de lugar".

El a poyo de los socialistas españoles y catalanes al 155 y la foto de Iceta junto Enric Millo, Inés Arrimadas y Xavier García Albiol en la manifestación de Societat Civil Catalana del domingo 29 han sido "sólo la gota que ha colmado el vaso".

Ballart dijo ayer no haberse sentido apoyado por su partido en la apuesta por la municipalización del agua en Terrassa. "Ni apoyado ni comprendido", afirmó. Una vez más, el ex alcalde mencionó ayer las presiones a las que se ha visto sometido durante el proceso del agua, coacciones que le han permitido ver "la connivencia de mi partido con ciertos poderes y lobbies económicos".

Su marcha es "el precio de la valentía". Ballart se va convencido de que durante su mandato ha sido "valiente y la valentía me ha llevado hasta aquí".

Asegura que no será ni el primero ni el último que abandone el PSC, algo de lo que "no me alegro. La verdad es que me da pena". El partido, afirma, "ha renunciado a representar la pluralidad del país, pendiente solo de los resultados electorales y de las encuestas, de conservar pequeñas parcelas de poder".

Ayer por la tarde, el líder del PSC Miquel Iceta respondía a la renuncia de Ballart y a su carga de profundidad contra el partido con un lacónico "respeto" su decisión.

Duque y Rambla también se van
Jordi Ballart se despidió de la alcaldía arropado por sus compañeros del grupo municipal socialista, por una amplia representación del staff técnico municipal y por sus padres, que quisieron acompañar al primer edil el día de su renuncia al cargo.

El alcalde compareció sólo, con semblante serio y visiblemente emocionado. Su discurso duró apenas doce minutos, tras los cuales recibió una lluvia de abrazos. Después, regresó a su despacho para hacer varias llamadas y compartir los primeros minutos con su círculo más estrecho de colaboradores. De regreso a los pasillos municipales, Ballart era ya un hombre visiblemente aliviado.

El alcalde no se va solo. Le acompañarán Noel Duque, flamante tercer teniente de alcalde. Duque anunció en su momento que seguiría a Ballart si éste renunciaba tras el 155. También será baja la concejal de Salud Maruja Rambla. Ambos confirmaron ayer mismo que dejarán sus cargos y está por ver si son los únicos.

El grupo municipal se reunirá hoy mismo para conocer el alcance real de la crisis, para gestionar la incorporación de los nuevos concejales y empezar a perfilar el candidato a la alcaldía. Falta un año y ocho meses para las municipales de 2019 y ahora el PSC debe decidir si apura la decisión y sitúa ya como candidato al futuro cabeza de lista o bien opta por un alcaldable provisional, para ganar tiempo y afrontar con tranquilidad el debate sobre quien da el relevo a Jordi Ballart.

El ex alcalde enumeró ayer en su despedida algunos de los logros de sus casi 5 años en el cargo. Llegó en 10 de diciembre de 2012 para sustituir a Pere Navarro y revalidó el cargo en las urnas en las municipales de 2015.

La municipalización del agua, las multas a los bancos por los pisos vacíos, la oficina contra la pobreza energética y las políticas de accesibilidad son algunas de las iniciativas que "me llevo en la mochila personal".

Ballart deja una administración municipal "solvente y con las finanzas saneadas". La suya ha sido una gestión personal, con "errores y aciertos" y con una activa presencia en redes sociales. "Han sido mis grandes herramientas", dijo.

En su adiós, Ballart se marcha "con la conciencia tranquila y la cabeza muy alta" porque "a menudo he podido meter la pata, pero garantizo que jamás la mano. He sido un alcalde austero que jamás ha cobrado dietas". Su renuncia abre una nueva etapa política en la ciudad, donde sugirió que continuará activo: "Seguiré trabajando al servicio de Terrassa y luchando por mis ideales".

Lo hará fuera del PSC. Ayer, la ejecutiva local del partido dijo "lamentar, pero respetar" la decisión de Ballart, al que agradeció su labor en la alcaldía y deseó "suerte en esta nueva etapa personal".

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