Las ordenanzas fiscales del Ayuntamiento de Ullastrell para el próximo año contemplan un aumento del recibo de la basura del 10%, una subida que viene justificada por el encarecimiento del servicio, informaron ayer fuentes municipales. Otra de las novedades para 2018 consiste en que el coeficiente del IBI se rebajará un 5% para compensar un aumento porcentual idéntico que aplicará el Gobierno en el marco de la revisión catastral, añadieron las mismas fuentes. El resto de impuestos y precios públicos se congelan.
Las ordenanzas fiscales para el próximo año fueron aprobadas en un pleno extraordinario el miércoles con los votos a favor del equipo de gobierno (ERC y Junts per Ullastrell -JxU-) y la abstención del PDeCAT desde la oposición. El concejal de UGO, también en la oposición, no pudo asistir al pleno.
Bonificaciones
Fuentes del Ayuntamiento precisaron ayer que al aumento del recibo de la basura acompañan una serie de bonificaciones para amortiguar el incremento. Así, aquellos vecinos que utilicen la Deixalleria Mòvil un mínimo de tres veces al año y el servicio municipal de recogida de trastos viejos y poda idénticas veces obtendrán una bonificación del 15%, esto es, incluso pagarán por debajo de lo que cuesta la factura actual sin haber aplicado todavía el incremento. "De lo que se trata es de premiar a quien recicle", remarcaron fuentes municipales.
El pleno también dio luz verde a un trámite patrimonial destinado a la venta de un local municipal a la farmacia de la localidad. El dinero que obtenga el Ayuntamiento, sobre unos 60 mil euros, lo destinará a reformar un nuevo espacio del edificio del Progrés, cuyo sótano ya alberga una sala de exposiciones. Todavía no hay una decisión tomada sobre el uso que se le dará al nuevo espacio.
El plenario también votó una moción en contra de la aplicación en Catalunya del artículo 155 de la Constitución, moción promovida por la Associació de Municipis per la Independència (AMI) y la Associació Catalana de Municipis (ACM). El documento salió adelante por unanimidad. Especialmente significativa fue la intervención de la portavoz de JxU, la socialista Mercè Rodó, quien, entre sollozos, dijo sentirse "desengañada y dolida" con su partido. "Nunca ningún socialista puede ser cómplice e impulsor de la represión de un pueblo", añadió indignada.