Diners

Puigdemont: “Vamos a afrontar estas horas decisivas con los pies en el suelo”

El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, aseguró, en su intervención en la entrega de los premios anuales de la Cecot, que "si uno no quiere dialogar no tiene derecho a paralizar los anhelos y esperanzas del otro". Y lo aseguró en referencia a la decisión del Gobierno español de aplicar el artículo 155 de la Constitución sobre las instituciones catalanas. De todos modos, el presidente Puigdemont mantiene la mano tendida al diálogo y se abrió a "hacer preguntas y a ir a hablar con la realidad que no nos acaba de entender" para "llegar a acuerdos a partir de la mediación y no a partir de tribunales hasta el último momento".

Durante la velada, que se celebró en el Teatre Nacional de Catalunya, con la asistencia también de Carme Forcadell, presidenta del Parlament, un total de diez empresas fueron galardonadas y las empresarias Joana e Immaculada Amat, de Amat Inmobiliaris, recibieron el premio a la personalidad destacada en el ámbito empresarial (ver recuadro).

El presidente Puigdemont, que recibió un larga ovación cuando llegó a la sala por parte de los más de seiscientos asistentes, hizo estas declaraciones durante el parlamento de clausura de la vigésima tercera edición de la Nit de l’Empresari organizada por Cecot. Durante su intervención puso de relieve el papel de los empresarios catalanes, como "representantes de una parte esencial de lo que es Catalunya hoy y de lo que quiere ser en un futuro". Así pues, estableció paralelismo entre la labor de los empresarios y la del Gobierno. "Estas horas decisivas las tenemos que afrontar con la misma actitud que tienen las empresas catalanas en momentos de grandes desafíos y transformaciones: conscientes del momento, de la realidad, con los pies en el suelo, de las dificultades que hay que superar y con el imprescindible empuje en el éxito de los proyecto transformadores". "Como país no hemos llegado aquí por ninguna conjugación de un azar involuntario sino orientados por la fuerza de la gente", explicó el presidente de la Generalitat convencido de que "a la gente, como a sus clientes, se le debe respetar y escuchar". Así, el empresario, dijo, cuando ve que un producto es rechazado por el mercado, escucha el mercado para ver qué pasa, y no "zurra" a la gente porque no acaba de comprar su producto". Puigdemont remarcó que España ya ha evidenciado que quiere una Catalunya "sometida, disminuida, y si puede ser humillada". Una Catalunya que "acepte sin protestar su vergonzante falta de inversión o su insostenible déficit fiscal y su constante disminución de autogobierno. Una Catalunya que si alza demasiado la voz se la castiga o se perjudica de forma deliberada su capacidad económica", añadió Puigdemont. España quiere una Catalunya "suspendida" en la que la voluntad de los ciudadanos "no cuenta para nada" y en la que se cesa a su Govern, a pesar de tener "el apoyo mayoritario de la ciudadanía".

Durante su intervención, el presidente Puigdemont dedicó unas palabras a Europa. "Nuestra casa es Europa", aseguró, aunque lamentó que "está muy mal y corre el riesgo de ser una carcasa vacía" sobre todo cuando "la Carta de los Derechos Fundamentales es pisada abiertamente a un estado miembro y la Unión Europea no es capaz de levantar la voz ". El jefe del Ejecutivo catalán precisó que Europa tolera "decisiones unilaterales" como las decisiones del Gobierno de no acoger refugiados, no sacar adelante el corredor mediterráneo o que España sea uno de los países más incumplidores con la legislación europea. Por su parte, el presidente de la Cecot, Antoni Abad, coincidió con Puigdemont en la necesidad de dialogar y ofreció a los empresarios como mediadores del conflicto. "Hace unos cuarenta años que se calla y no se dialoga. Ha llegado el momento de hablar", remarcó Antoni Abad.

To Top