La Junta Directiva de la Academia de Cine ha acordado hoy la entrega del Goya de Honor en la próxima edición de estos galardones a la actriz Marisa Paredes por “una prolífica y prolongada carrera, trayectoria que mantiene con absoluto vigor”.
Entre las razones de esta distinción, en el comunicado colgado en la web oficial de los Premios Goya se destaca asimismo que la intérprete “ha apostado en numerosos trabajos por proyectos cinematográficos nacionales e internacionales definidos por el riesgo y el prestigio”.
Paredes, que ha conocido la noticia en Lyon (Francia), se ha mostrado “conmovida” por el premio en declaraciones recogidas por la Academia de Cine, de la que fue directora entre 2000 y 2003.
“Siento que es como un sueño, es algo que no se espera y, cuando llegue a Madrid, me preguntaré si realmente es cierto, porque esto es algo que se escapa a la propia realidad”, ha señalado la actriz, que ha dicho además sentirse “muy querida con este honor”.
Formada en el Conservatorio y en la Escuela de Arte Dramático de la capital española, Paredes (Madrid, 1946) debutó en el cine con tan solo 14 años de la mano de José Osuna en “Esta noche tampoco” y de José María Forqué en “091 Policía al habla”.
Le seguiría una intensa actividad dramática, tanto en la escena como en la televisión, donde representó personajes ideados por Ibsen, Shakespeare, Chejov o Neville en los reconocidos “Estudio 1”, una faceta que no abandonó y que la llevó a trabar con grandes del teatro como Lluís Pasqual.
Su trabajo en el cine en la década de los sesenta y setenta estaría marcada por papeles secundarios, sobre todo en comedias como “Carola de día, Carola de noche”, de Jaime de Armiñán, o “La revoltosa”, de Juan de Orduña.
Ya en los ochenta trabajó a las órdenes de Fernando Trueba (“Ópera prima”), Emilio Martínez Lázaro (“Sus años dorados”) y Pedro Almodóvar, del que se convertiría en actriz fetiches a raíz de su primera colaboración conjunta, “Entre tinieblas”, a la que seguirían “Tacones lejanos”, “La flor de mi secreto”, “Todo sobre mi madre” y “La piel que habito”.
La nómina de realizadores que reclamaron su talento siguió ampliándose y se convirtió en una habitual del cine europeo, participando en producciones dirigidas por Amos Gitai (“Golem, l’esprit de l’ exil”), Raoul Ruiz (“Tres vidas y una sola muerte”, donde compartió plantel con Marcello Mastroianni) o Roberto Benigni (“La vida es bella”), entre otros.
Actualmente, tiene pendiente de estreno “Petra”, de Jaime Rosales.
En total, más de 75 películas jalonan su carrera como actriz cinematográfica, lo que le ha valido el Premio Nacional de Cinematografía, la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes o la Gran Medalla Vermeil de la Villa de París. En los próximo días recibirá además la Espiga de Honor de la 62 edición de la Seminci de Valladolid.