El comercio no hizo ayer un seguimiento masivo de la huelga. Muchas tiendas no tenían claro si se trataba de un cierre total o bien de paradas parciales y eso se reflejó en una parte del pequeño comercio, que abrió por la mañana y cerró por la tarde o bien detuvo puntualmente la actividad coincidiendo con las protestas organizadas en la ciudad. La mayoría de las tiendas, especialmente en los barrios, atendió al público todo el día.
Desde primera hora de la mañana mantuvieron las persianas abajo cadenas como Esclat Bonpreu, Casa Ametller o Superverd. También cerró puertas el Centre Comercial Talló de la avenida Abat Marcet o las panaderías de L’Avi Jordi.
La mayoría de bares y restaurantes abrieron, como las grandes superficies de Eroski y Carrefour. Otras distribuidoras como Mercadona siguieron la convocatoria sólo en algunos centros. El de Rambla d’Ègara, por ejemplo, permaneció cerrado, mientras que el de Can Roca abrió.
Buena parte de los centros deportivos sí se sumaron al paro. Cerró puertas Terrassasports y grandes clubs como ATHC, el CD Terrassa y el Club Natació Terrassa detuvieron su actividad, en algunos casos manteniendo servicios mínimos.
Por lo que respecta al Ayuntamiento de Terrassa, éste facilitó a la plantilla municipal su participación en una jornada de paro que deberán recuperar.
La mayoría de los empleados municipales se sumaron a la convocatoria y la paralización de la actividad en los equipamientos públicos fue prácticamente total. Se mantuvieron servicios esenciales como la atención al público, policía municipal y también funcionó la grúa.
En las empresas municipales la respuesta fue desigual. Eco-Equip no secundó la huelga y en Tmesa el personal detuvo los vehículos 10 minutos.