Opinió

La generación que llega arrasando

Pocas veces se da el caso de tenerse que restregar los ojos para asegurarse de que, lo que estamos leyendo, es verdad siendo noticia muy agradable.

El pasado día 24 de este mes el diario El Mundo nos sorprendía con este hermoso titular: "El pueblo español de los 47 niños Einstein".

Espinosa de los Monteros (Burgos) es el afortunado pueblo, de unos 1.700 habitantes, que básicamente vive de la agricultura y la ganadería, por tanto, sin tradición de actividades que sirviesen de base o referencia a lo que estos pequeños genios, de entre 4 y 12 años, se dedican con tanto entusiasmo como éxito.

Bárbara de Aymerich, doctora en Ciencias, se metió en la loca aventura de crear, en el año 2010, sin ayuda ni subvención alguna, la escuela Espiciencia, donde los alumnos aprenden ingeniería, física, química, robótica… Y sus inventos no paran de ganar premios.

Premios con los que se financian, aunque la directora no cobra y el resto de personal simbólicamente. Imagínense los ingresos que podrán generar en un futuro inmediato, cuando se fabriquen y vendan sus espléndidos inventos como una silla de ruedas que sube escaleras, robots, expendedores automáticos, zapatos con batería que se carga mientras se camina…

Van a desarrollar algún invento conjuntamente con universitarios argentinos y tienen peticiones para ir a Brasil, pero entre su aún reducido presupuesto no caben según qué partidas.

Entre sus galardones figura uno del Centro Superior de Investigaciones Científicas, otro de "la Caixa" y también de la Red Scientix de Educación Científica Europea 2017. También están convencidos de que parte de los inventos servirán para que la zona se desarrolle industrialmente, y un equipo así, si se lo propone, vayamos creyendo que algo conseguirá, máxime teniendo el sentimiento común de amar a su tierra y querer seguir viviendo en ella.

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