Terrassa

Destrozan cuatro vehículos a una familia en pocas semanas

"Tengo tres hijos, temo por ellos". La mujer da vueltas al coche, un Ford Focus, que horas antes han destrozado unos desconocidos. Reventaron las ruedas con navaja o cuchillo e hicieron trizas los vidrios, y pintaron la chapa con espray. El automóvil no es suyo, pero como si lo fuera: se lo dejó un amigo porque el suyo también sufrió daños semanas atrás. El suyo y otros que sus allegados prestaron a la familia para que saliese del atolladero, según ha trascendido. Con el ataque padecido el jueves, ya van cuatro en unas pocas semanas.

El jueves, a eso de las 6 de la mañana, el marido de la afectada, y afectado también, se topó con el desaguisado. El automóvil estaba aparcado en la Rambla de Francesc Macià, frente a la ludoteca y casal de personas mayores. Era seminuevo, con apenas un año de antigüedad. Llegó el hombre al vehículo, dispuesto a encaminarse a su puesto de trabajo, y vio lo que habían hecho con el automóvil. Alguien se había ensañado con él.

Los autores del desmán pincharon los cuatro neumáticos con un arma blanca y rociaron la chapa con espray, con rayas sin aparente significado en laterales y algo más identificable, si bien poco, en el capó: se podía vislumbrar una especie de "o" y el signo "=". En la luna delantera se apreciaban tres impactos, como de maza, con el vidrio resquebrajado, y tres ventanillas de la parte derecha y la luna trasera estaban hechas trizas. Los autores de los hechos rompieron también dos tulipas traseras.

Seguramente fueron dos o tres personas las que lo hicieron y seguramente ocurrió a medianoche: primero pintaron y luego rompieron. Los indicios apuntan a que no se trató de un acto vandálico aislado, sino de un paso más en una persecución personal: tres coches más, relacionados con la misma familia, han sido objeto de daños en los últimos meses.

Con ácido
En una ocasión unos desconocidos causaron destrozos en el vehículo de las víctimas en la calle de Frederic Mistral. En la siguiente, otro coche, prestado a los perjudicados por unos parientes, sufrió menoscabo en la calle de Provença. La tercera vez ocurrió en Sabadell hace menos de dos semanas: otro turismo familiar fue rociado con ácido.

El jueves, un Ford Focus que les dejaron unos amigos, acabó destrozado en la Rambla de Francesc Macià. Dentro había instalada una sillita de niño.

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