Terrassa

A prisión tras ser acusado de robar en cuatro comercios

Lo habían detenido veinticuatro veces por delitos contra el patrimonio, análogos al enésimo robo que cometió. Lo apresaron por vigesimoquinta vez el 13 de septiembre en un supermercado de Ca n’Aurell. Policías municipales lo cazaron cuando se escondía en el almacén del súper que acababa de violentar. Luego, los Mossos d’Esquadra relacionaron al mismo tipo con otros tres robos con fuerza perpetrados poco antes. Ya está en prisión.

Cuando menos, se le imputan cuatro asaltos en establecimientos. La oleada de robos con fuerza atribuida al mismo sujeto se inició el 21 de agosto con el allanamiento nocturno en un comercio de material de oficina, droguería, objetos de regalo y otros artículos, local radicado en la calle de Galileu.

La unidad de investigación de los Mossos d’Esquadra activó las pesquisas y pronto tuvo un segundo hecho delictivo con que cotejar el primero. Fue cuatro días después: el 25 de agosto, en un taller de la calle del Doctor Ullés. El escenario de acción varió en el siguiente golpe. El ladrón dejó de actuar en Ca n’Aurell y el 3 de septiembre asaltó un supermercado de la avenida del Abat Marcet, en Sant Pere.

Los datos manejados por los investigadores no permitían esbozar un patrón delictivo definido. Sólo un elemento repetido, por otro lado común y lógico en la mayor parte de los robos con fuerza: los ladrones actuaban de madrugada. En este caso no había ladrones, sino ladrón, un tipo que "trabajaba" solo, en principio. Usaba diversas formas para los allanamientos, buscando el acceso más vulnerable. Forzaba una puerta cuando eso se antojaba lo más fácil, o rompía un vidrio. Cuando lo mejor para él era violentar una ventana, por la ventana entraba.

A pesar de la disparidad de modos de operar del intruso, los mossos consiguieron relacionar la sucesión de asaltos con un mismo individuo. Y este resultó ser el que unos días más tarde cayó en manos de la Policía Municipal.

Luna destrozada
Así, el último robo de la serie sucedió el 13 de septiembre en un supermercado radicado en la esquina de la calle de Nicolau Talló con la de Blasco de Garay, donde un ladrón irrumpió a las 5.30 de la madrugada tras destrozar una luna y tumbar una estantería repleta de licores. Un testigo llamó a la policía y agentes locales se presentaron en el súper. Lo inspeccionaron y encontraron al sospechoso escondido detrás de unos estantes en una zona habilitada como almacén.

El detenido fue trasladado a la Jefatura local y después, a la comisaría de los mossos. Este cuerpo lo puso a disposición judicial el 15 de septiembre y el juez lo envió a prisión. El reo es presunto autor de cuatro robos con fuerza y dos delitos de daños. Era ya la vigesimoquinta vez que lo detenían.

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