Terrassa

Alzheimer: la enfermedad del olvido

En los últimos años el envejecimiento de la población ha incidido en un aumento de las enfermedades de demencia en mayores de 65 años. Una de las patologías crónicas de este grupo más frecuentes es el Alzheimer, el mal del olvido. Supone entre el 50 y el 70% del total de casos de demencia, según los resultados del informe "Impacto Social de la Enfermedad de Alzheimer y otras demencias". El estudio ha sido presentado con motivo del Día Mundial de la Enfermedad de Azheimer que se celebra el próximo jueves 21 de septiembre. También indica que la prevalencia es mayor en las mujeres y alcanza el 31-54% en las personas mayores de 90 años.

Aunque no se dispone de cifras oficiales sobre el total de casos de demencia en España, la Fundación del Cerebro, impulsora del informe, estima que existen entre 500.000 y 600.000 casos de demencia.

Tras las pistas del Alzheimer
La investigación sobre la enfermedad se halla en un momento álgido, tanto en lo relativo a tratamientos como al conocimiento de sus causas. Hasta el momento no existe una cura, por lo que la recomendación de los neurólogos es llevar a cabo acciones preventivas para retrasar lo máximo posible la llegada de la demencia.

La enfermedad de Alzheimer consiste en una degeneración del cerebro, sobre todo de la corteza cerebral, con una pérdida de las neuronas y sus conexiones y una acumulación de una proteína (amiloide) que provoca unas lesiones características.

Las principales señales de alarma son la desorientación (sobre todo en entornos conocidos), los cambios bruscos de carácter (desconfianza, esconder cosas, culpar sin motivo, ansiedad o depresión), cometer errores al nombrar cosas, la tendencia a aislarse y tener dificultad a las tareas cotidianas (conducir, afeitarse, manejar el dinero a la hora de comprar…)

La edad es uno de los principales factores de riesgo de Alzheimer. "Después de los 65 años la probabilidad de desarrollar esta enfermedad se duplica cada cinco años. Además la genética y los antecedentes familiares son factores de riesgo", indican los expertos.

Medidas a tener en cuenta
Una de las hipótesis de los neurólogos para neutralizar el estrés de la vida cotidiana, que no es muy bueno para el cerebro, es que la población tenga una integración social más activa.

Otro de los factores beneficiosos para prevenir las demencias es mantener la mente activa con tareas como leer libros, asistir a conferencias o participar en juegos de mesa.

Por su parte, la prevención del riesgo cardiovascular es de suma importancia porque su papel es crucial en el deterioro mental asociado a la edad. Hay que controlar factores como la hipertensión arterial, el colesterol alto, la diabetes, las enfermedades cardíacas o el tabaquismo.

Respecto a la alimentación, los neurólogos recuerdan que estudios bien diseñados revelan que la ingesta de pescado, al menos una vez a la semana, reduce un 60% el riesgo de la enfermedad y produce un enaltecimiento del deterioro cognitivo.

La dieta mediterránea también es beneficiosa, sobre todo si se consumen antioxidantes y alimentos ricos en vitamina C y E y omega 3. Son recomendables en fase tempranas de la demencia porque ayudan a retrasar los síntomas.

Ser felices
Por encima de todo hay que procurar ser felices porque las personas con tendencia a la aflicción tienen más riesgo de que se aceleren los síntomas de deterioro cognitivo. De hecho, esto explica que enfermedades mentales como la depresión causan una mayor pérdida de neuronas en el hipocampo del cerebro (la parte asociada a la memoria). Por tanto, hay que empeñarse en ser cada día un poco más feliz.

ELFUTURO
1 millón de casos es la cifra de afectados por Alzheimer que habrá en España en el año 2050.

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