El día de ayer fue especial para miles de familias que tienen hijos en edad de escolarización. Se estrenó un nuevo curso con más de 36 mil alumnos y marcado en Terrassa y en Catalunya por más docentes y más estudiantes en la ESO y menos en infantil y primaria. El aumento de plantilla (5.514 en el país) se destinará a compensar la reducción de una hora lectiva de maestros y profesores, y también a reforzar las acciones para la enseñanza inclusiva que llevan a cabo los centros.
El regreso a las aulas se desarrolló con normalidad y ofreció, como es habitual, las imágenes de todos los años. A pocos minutos de las nueve de la mañana, el paisaje urbano se llenó de escolares con mochilas y también hubo más tráfico y más protección policial. Los niños quisieron ser puntuales y en algunos centros, como en la Escola Marquès Casals, donde estuvo este diario, llegaron temprano, cuando aún faltaban quince o diez minutos para la apertura de puertas. Frente a ella se vivieron las primeras emociones. Los de más edad, los de primaria, se fundían en sonrisas y abrazos mientras que los más pequeños, los de infantil, se apreciaron ojos de sueño y alguna que otra lágrima.
Los párvulos de 3 años volvieron a ser los protagonistas de la jornada. La pequeña Anna se escondía detrás de su madre Sílvia para que no le vieran llorar. "Viene por primera vez y aunque tiene dos hermanos más en este colegio no lo lleva nada bien. Las últimas horas ha llorado mucho".
Ya en el aula, Anna se fue calmando poco a poco. Ayudó mucho que el resto de sus nuevos compañeros apenas soltaran una lágrima cuando se despidieron de sus padres. "Esto está muy tranquilo. Casi parece increíble", comentaban tutores y maestros. Y este diario constató que las dos aulas de P3 eran un bálsamo de aceite, que los pequeños se entretenían jugando con una cosa y otra. Los niños Mady e Ian se divertían con unos tractores, Anna y Mar con puzzles de una granja y números, y Dylan con unas piezas de colores que encajaba a su libre albedrío. La mayoría se desenvolvían solos, sin problemas, a su aire. Sólo Dylan necesitó algo más de apoyo pero no por inventiva sino porque de vez en cuando aún echaba en falta a sus progenitores. "Los alumnos que han realizado la preescolarización de 0 a 3 se adaptan con más facilidad", señaló Maria José Catalina, tutora de P3, quien añadió que en su aula había "veteranos".
Reequilibrio
El equipo directivo del Marquès Casals y por extensión la plantilla estaban satsfechos. Han recuperado un grupo de P3 y vuelven a tener dos al igual que la Escola Pere Viver. El director, Josep Fernández, explicó que "tenemos dos aulas con 37 alumnos. Estamos en una ratio de 18/19 pero no sabemos qué matrícula viva tendremos durante el curso. De todos modos es mejor empezar así porque si te quedan aulas vacías tienes todos los números para acoger más matrícula viva y esto implica reprogramar cosas. Es necesario un reequilibrio".
El colegio abre el curso con 469 alumnos, de los que algo más de la mitad son hijos de inmigrantes o inmigrantes y en su mayoría del Marruecos en consonancia con el barrio y la zona. Contará con 35,5 maestros, dos más que el curso anterior. Fernández valora el aumento de plantilla porque les permitirá trabajar en grupos más reducidos. "Es lo que denominan pedagogía activa. No es nuevo porque treinta años atrás, antes de tener tanto alumnado, ya lo hacíamos". Compaginará esta metodología con otras que apuestan por el inglés (se incorpora en P3) y la informática. El colegio, situado en Sant Pere Nord, recibió en su primer día la visita de la concejal de Educación, Rosa Maria Ribera, quien se felicitó por la reapertura de la línea de P3. "Es una muy buena noticia. Estoy contenta", manifestó. Ribera reiteró que una de las cuestiones más importantes es dar respuesta a la ESO que ha crecido este curso en 618 alumnos. "Es urgente elaborar un paquete de medidas para cubrir la demanda que llega". La edil reconoció que no "no será fácil" pero que le gustaría que estuviera "normalizado para el curso 2018.19", cuando se inaugurarán los institutos Can Roca y Les Aimerigues. Antes del Marquès Casals, Ribera visitó, acompañada del concejal de Servicios Sociales, Noel Duque, la Escola Bressol Vallparadís, donde este curso inaugura un espacio para las familias en la antigua Casa Germain.
Alumnos de 3 a 16 años
P3: 2.149
1º ESO: 2.439
Infantil: 6.771
Primaria: 15.270
ESO: 9.445
