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Asesinan a una cooperante española en Afganistán

Una cooperante española del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), identificada como Lorena Enebral Pérez, de 38 años, fue asesinada ayer a tiros por un hombre en un centro médico de la organización. Los hechos ocurrieron en la ciudad de Mazar-e-Sharif, en el norte de Afganistán.
“Una de nuestras empleadas fue tiroteada esta mañana en el centro ortopédico de CICR en Mazar-e-Sharif. Nuestra compañera fue trasladada al campamento Marmal, pero falleció a causa de sus heridas a pesar de los esfuerzos de los médicos”, indicaba ayer a la agencia Efe el portavoz del comité en Afganistán, Ahmad Ramin.
La víctima trabajaba como fisioterapeuta para la organización, según confirmó el CICR Afganistán en su cuenta de Twitter. El portavoz estimó que parece tratarse de un «incidente aislado», si bien las circunstancias que rodearon el ataque están por el momento poco claras. “De acuerdo con el Directorio Nacional de Seguridad (NDS, agencia de inteligencia), la persona que disparó a nuestra compañera ha sido arrestada», detalló el portavoz.
En febrero pasado, el Comité Internacional de la Cruz Roja suspendió temporalmente sus operaciones en Afganistán tras el asesinato de seis de sus trabajadores y la desaparición de otros dos. Estos hechos también se produjeron en el norte del país donde, precisamente, tuvo lugar ayer el crimen contra la cooperante española. Además, el pasado diciembre, otro cooperante español de la Cruz Roja fue secuestrado en la provincia norteña de Kunduz y liberado cuatro semanas después por las fuerzas especiales afganas en una operación en la misma región.
Con la muerte de la cooperante asesinada ayer a tiros en un centro médico de Afganistán, son al menos trece los cooperantes españoles que han muerto en circunstancias similares desde el año 1990 (ocho mujeres y cinco hombres), mientras cumplían con su misión humanitaria en diferentes partes del mundo.
Del total de cooperantes españoles asesinados, hasta seis perdieron la vida en África (tres de ellos en Ruanda; uno más, en Mozambique; otro, en Guinea Ecuatorial y uno más, en Marruecos). Otros cuatro cooperantes españoles murieron en América (dos, en El Salvador, uno, en Colombia y un cuarto falleció en Perú).
En Europa (en concreto, en Bosnia y Chechenia) murieron dos cooperantes españoles más. A ellos hay que sumar la última cooperante en perder la vida, la fisioterapeuta de profesión que ayer resultó asesinada en Afganistán, en el continente asiático.
El antecedente más inmediato de un cooperante español asesinado hay que buscarlo en 2008 en Marruecos. La víctima fue el canario Manuel Leandro, que construía desaladoras de agua de mar alimentadas por energías renovables.

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