Terrassa

“Debemos tirar adelante con lo que ahora toca”

Asegura ser "vilanoví", pues con 5 años de vida su familia se trasladó desde Barcelona, donde él nació, a Vilanova i la Geltrú. Es, desde hace dos décadas, uno de los rostros más populares de Convergència, primero, y del PDeCAT ahora, en Madrid. Allí ejerce de parlamentario en el Congreso de los Diputados, donde llegó en 1996. Ese año dejó de militar en la Joventut Nacionalista de Catalunya (JNC), formación juvenil de CDC que considera "una escuela de patriotas" y que presidió durante un par de años. El jueves estuvo en Terrassa, en el casal cívico de Ca n’Aurell, para participar en un coloquio sobre el futuro de las pensiones en una hipotética Catalunya independiente. No pestañea al afirmar que no, que las pensiones no peligran.

¿Cuál es el propósito de charlas como esta?
Los contrarios al referéndum llevan tiempo con su campaña del miedo, muy orientada al futuro de las pensiones. No les interesa que 1,4 millones de catalanes, pensionistas, vayan a votar. Queremos combatir ese miedo y ese tremendismo y transmitir seguridad. Podremos hacer frente a esas obligaciones.

¿Puede asegurar que las pensiones en una Catalunya independiente serían sostenibles?
Si hacemos las cosas bien, se continuarán pagando las pensiones a los perceptores actuales y los futuros también las cobrarán.

¿En qué se sustenta esa seguridad?
En que tendremos instrumentos políticos, de Estado, para actuar en tres dinámicas esenciales para el sistema: el empleo, la productividad y la natalidad. En las últimas décadas Catalunya no ha podido influir en ese aspecto. Durante mucho tiempo se aplicó en las subidas el IPC español, más bajo que el catalán, y eso ha resultado negativo para los pensionistas catalanes, que han perdido cada año poder adquisitivo. Y con el actual Gobierno la cosa ha empeorado. El 0,25 de aumento si hay déficit se sigue "comiendo" el poder adquisitivo.

El sistema español de pensiones es deficitario. ¿No lo sería el catalán?
El sistema es de reparto. Las pensiones se pagan con las cotizaciones de los trabajadores en activo. Y sí, es deficitario. Este año el desfase será de 18.000 milllones de euros, pero el déficit se paga con las aportaciones de otros impuestos. Con las cotizaciones y con impuestos podremos hacer frente a los pagos. Y el sistema será viable con 3,5 millones de personas trabajando. Un Estado catalán tendrá instrumentos de política económica para determinar y desarrollar un modelo de pensiones propio, el que más nos convenga, sobre todo pensando en el importante reto a medio plazo: el de las jubilaciones de los que nacimos entre 1957 y 1975.

¿Le gustó lo ocurrido en el Parlament el miércoles?
No me gustó lo que pasó, pero me parece fariseo que algunos, como la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaria, se quejen de las formas cuando hace años que podríamos haber acordado un referéndum. Debemos tirar hacia adelante con lo que ahora toca, con lo que demandan millones de catalanes.

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