Un 57% de emprendedores en Catalunya lo son en serie, cifra similar a la nacional, del 48%. Ésta es una de las principales conclusiones del Mapa del Emprendimiento 2017, presentado ayer por Spain Startup-South Summit. En Europa la cifra coincide con la de España, mientras que en Latinoamérica aumenta hasta el 54%.
Además, en nuestro país un 4% de emprendedores ha creado más de 4 proyectos (7% en Catalunya). A nivel global, mientras que seis de cada diez emprendedores recurrentes decidieron apoyarse en una aceleradora en el proceso de creación de su startup, menos de la mitad de emprendedores noveles optó por esta fórmula.
Asimismo, tres de cada diez vendieron su startup y un 26% continúa desarrollándola. Aunque la mitad de startups que pusieron en marcha falló (un 4% menos que el total de proyectos, que es del 54%), la tendencia al fracaso disminuye a medida que aumenta el número de startups creadas, hasta el 20% en el caso de los que han puesto en marcha más de cuatro startups.
"Estos datos no sólo demuestran un mayor conocimiento del ecosistema por parte del emprendedor en serie, que ya cuenta con una experiencia sólida, sino también su mayor profesionalización. Estamos ante un emprendedor centrado en la creación de su proyecto y el desarrollo de su startup, que no aspira a convertirse en un empresario sino en un profesional de la innovación", dice María Benjumea, de Spain Startup-South Summit.
Profesionalización
La profesionalización de la startup lleva también al aumento de la generación de empleo y a una tendencia al alza en la contratación. Actualmente, en Catalunya un 22% de startups cuentan con un equipo de 5 a 10 personas, 20% a nivel nacional, donde un 9% tiene entre 10 y 20 empleados en plantilla, un 2% más que en 2016.
Además, 9 de cada 10 startups piensan seguir ampliando su equipo con nuevas contrataciones a corto plazo.
La importancia de un buen equipo es fundamental en el proceso de creación de una startup. De media cada proyecto cuenta con 2,5 fundadores. Lo más habitual es que la iniciativa parta de dos fundadores (38%), tres (23%) e incluso cuatro o cinco (11% y 4%, respectivamente). Según el Mapa del Emprendimiento 2017, cada año más de vida de la startup significa la salida de un 7% de sus fundadores, por lo que 2 de cada 10 fundadores ya no forman parte del equipo de un proyecto cuando éste alcanza los tres años de vida. El retrato robot responde a un hombre de 36 años (en 2016 la edad media era de 34 años) con formación universitaria, principalmente ingeniero y de la rama de ciencias sociales. Perfil similar al emprendedor catalán: hombre de 25 a 34 años con formación universitaria.
Los emprendedores españoles cuentan, asimismo, con una sólida trayectoria profesional antes de poner en marcha un proyecto: el 57% ha trabajado anteriormente por cuenta ajena. Sólo un 1,5% de emprendedores españoles (misma cifra que en Europa y Latinoamérica) estaba antes en situación de desempleo, lo que demuestra que se emprende por oportunidad y no por necesidad.
Oportunidad real de negocio
De hecho, ocho de cada diez emprendedores en nuestro país crean su propia startup para innovar tras detectar una oportunidad real de negocio. No es de extrañar, por tanto, que las iniciativas respondan a las principales demandas de innovación del mercado, relacionadas con Fintech, realidad aumentada, arte y diseño.
En el último año, aunque ligeramente, ha crecido el número de proyectos liderados por una mujer, pasando del 17 al 18%, mismo porcentaje a nivel nacional que en Catalunya. Los proyectos liderados por mujeres fallan menos, únicamente 3 de cada 10 fracasaron frente al 58% de proyectos fundados por hombres.
La financiación sigue siendo uno de los principales retos a los que se enfrenta el emprendedor, que recurre principalmente a recursos propios (57%) y amigos o familiares (24%) como fuentes de financiación para su proyecto.