Terrassa

La ladrona de bolsos en peluquerías

Cuando ella, la nueva víctima, comentó su caso a otras profesionales del sector de la peluquería y la estética, supo que no era la única. Otras peluqueras habían sufrido robos similares en sus establecimientos, presuntamente cometidos por la misma mujer, que ha sido condenada, al menos, por una de las sustracciones: el robo de un bolso en una peluquería de Sant Llorenç. La pena: seis meses de prisión por un delito de hurto.

La acusada contaba en su historial con detenciones y antecedentes penales. El 27 de octubre del 2010, a eso de las 7.30 de la tarde, se encontraba en una peluquería del barrio de Sant Llorenç. No había ninguna clienta más. Según contó ella misma, la acusada, había acudido a la peluquería para que cortasen el flequillo a su hija, a la sazón de 6 años.

Era la primera vez que entraba en aquel establecimiento. Al parecer, al marcharse, agarró el abrigo de su hija, que la acompañaba, y se hizo con algo más: con el bolso de la peluquera, que su dueña había colgado también del perchero. Y se marchó. El bolso contenía documentación personal de la víctima y unos ochocientos euros que su propietaria iba a destinar al pago de un alquiler. Y unas llaves de su casa. Tuvo que cambiar la cerradura por seguridad.

La víctima puso la denuncia correspondiente e indagó. Habló del hurto con otras compañeras y conoció casos similares. Empleadas de otra peluquería del mismo barrio le confirmaron que también habían sido víctimas de una sustracción de bolso y que la autora "respondía a la misma descripción física", recuerda una sentencia de la Audiencia Provincial de Barcelona. La misma sentencia que refiere varios antecedentes policiales de la acusada por hurtos.

Reconocimiento
No hubo dudas en el reconocimiento fotográfico que la víctima hizo de la procesada. Ésta se exculpó. Su defensa argumentó que nadie la vio robando el bolso y que bien pudo ser una empleada la que se lo llevase. Sin embargo, la Audiencia Provincial de Barcelona tumba las alegaciones en la revisión de una sentencia del juzgado de lo penal número 3 de Terrassa, que ya había condenado a la denunciada en primera instancia.

Lo cierto, dicen los magistrados, es que el bolso desapareció "justamente después de abandonar la denunciada el establecimiento de peluquería, tras retirar su prenda de abrigo" que estaba colgada, a su vez, "del mismo soporte".

Los indicios son claros para fundamentar una prueba indirecta que, "aún siendo indiciaria, es contundente, demoledora", manifiesta el tribunal. La víctima del robo no quiso reclamar indemnización.

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