El proceso independentista vive unos días decisivos. Se prevé que esta semana se pongan las bases legales para el referéndum del 1 de octubre y se firme el decreto de convocatoria de la consulta.
En una entrevista concedida a este rotativo el pasado mes de junio, el alcalde de Terrassa, Jordi Ballart, aseguró que "en Terrassa, si el Govern quiere hacer el referéndum, podrá hacerlo porque la Generalitat dispone de 90 espacios para votar". "Es injusta la presión a la que estamos sometidos los ayuntamientos. La voluntad del alcalde no es impedir el voto, pero tendré que obedecer al secretario municipal", afirmaba el primer edil. Unas palabras que reiteró hace unos días, cuando detalló que "aplicaremos la legalidad, como hemos hecho siempre".
El secretario, de hecho, ya ha anunciado a los portavoces municipales que si el Tribunal Constitucional anula la convocatoria, el Ayuntamiento deberá respetar tal decisión.
Ante tal situación, desde el grupo municipal de ERC-MES, denuncian que "en Terrassa aún no sabemos si se establecerán los espacios habituales para votar". Su portavoz, Isaac Albert, llama al ejecutivo local a "sumarse a la apertura de espacios para poder votar con total normalidad". "Reclamamos que el gobierno se ponga a disposición de la ciudadanía, que no ponga trabas y que actúe con la normalidad con la que se tiene que desarrollar la jornada del 1 de octubre", explica el republicano.
"Con absoluta normalidad"
"Creemos importante que Terrassa sea actor protagonista del proceso que está viviendo Catalunya. Terrassa tiene que actuar con absoluta normalidad ante un referéndum que nace de un Parlament totalmente legal y de unas elecciones del 27-S totalmente legales. No pude ser que unos partidos elegidos democrática y legalmente no puedan llevar a cabo su programa", opina Albert, que lamenta que "el PSC de Terrassa, vía redes sociales, lance mensajes que llaman a no votar en el referéndum". "Ballart no es el alcalde del PSC, es el alcalde de toda la ciudadanía. Según las encuestas, cerca del 80% de los catalanes quiere votar y tenemos que facilitárselo. Nos estamos jugando colocar la ciudad en el mapa o no", reivindica el concejal.
En la misma línea, Albert recuerda que en el pleno de septiembre de 2015 se aprobó una moción con la que el Ayuntamiento de Terrassa se comprometía a ponerse a disposición del Parlament de Catalunya para cumplir el mandato que emanase de las urnas el 27 de septiembre. "Es bueno recordarlo porque las cosas que se aprueban en el pleno son de obligado cumplimiento", defiende el republicano.
Aunque el portavoz de ERC-MES dirige sus demandas principalmente al alcalde Ballart, también pide al socio de gobierno del PSC, el PDeCAT, "que esté a la altura".
Por otro lado, asegura que tras mantener conversaciones con las distintas formaciones con representación municipal a excepción de PP y C’s, "hemos detectado que en la ciudad hay una mayoría alternativa de catorce votos que estaría dispuesta abrir locales o que podría facilitar la apertura de espacios electorales". En este sentido, Albert asegura que "en Terrassa se podrá votar, ya sea en espacios habituales o alternativos".
