Qué mejor herramienta que unos alicates agarrados allí mismo, en el hipermercado, para romper la alarma de la "tablet" que querían robar de allí mismo también. Uno de los dos ladrones salió con el dispositivo bajo el brazo, junto a su compinche, pero los cazaron. La pena que se les ha impuesto: cuatro meses de prisión por un delito intentado de hurto.
El artículo electrónico tenía un valor de 619 euros. El 22 de febrero del 2014, a las ocho de la tarde, los dos ladrones acudieron al establecimiento, en Can Parellada. Se dirigieron a la sección de informática y uno de ellos cogió una "tablet" de la marca Samsung.
El dispositivo estaba, por supuesto, empaquetado y dotado de una alarma de seguridad. El mismo tipo acudió a la sección de herramientas. Tomó unos alicates y con ellos arrancó la alarma y el embalaje. Entregó la tableta a su compinche, que trató de esconderla debajo de la ropa pero luego se la colocó bajo el brazo.
Se aprestaron a la huida. El dúo de hurtadores caminó hacia las puertas del hipermercado. Querían marcharse por la salida habilitada para clientes que no han adquirido nada. Uno de los sospechosos atravesó el arco de seguridad con el botín, pero una trabajadora del establecimiento les llamó la atención y los sospechosos dieron media vuelta. Intervino el servicio de vigilancia. La tableta fue recuperada en condiciones aptas para su venta.
Identificados
Los Mossos d’Esquadra identificaron a los hurtadores y uno de los agentes visionó el vídeo de seguridad, observando que un acusado manipulaba la "tablet" para entregársela después al otro. El juzgado de lo penal número 3 de Terrassa condenó a los encausados a un total de cuatro meses de prisión por un delito intentado de hurto, además con la concurrencia de la circunstancia atenuante de dilaciones indebidas.
La defensa de los acusados apeló la resolución, alegando, entre otras razones, que los procesados no habían llegado a traspasar la línea de salida. La sentencia de instancia consideró suficiente el testimonio del vigilante para aseverar que sí, que al menos uno de los acusados la traspasó. La Audiencia Provincial corrobora el contenido y el fallo de la sentencia y señala que, de todos modos, la defensa no pidió la reproducción de la grabación de las cámaras para comprobar si alguno de los procesados rebasó la salida.