Terrassa

El reto de la Agència Tributària

La delegación local de la Agència Tributària de Catalunya (ATC) abrió ayer sus puertas, coincidiendo con la apertura de otras catorce delegaciones más de este organismo en Catalunya como último eslabón para el despliegue territorial de ATC en la comunidad. Esta oficina territorial, situada en la calle de Joan Artigues, centraliza las funciones de las oficinas liquidadoras de Terrassa, Sant Cugat y Rubí. La principal novedad de la nueva etapa de la ATC es que asume desde este mes el control de los principales impuestos cedidos por el Estado como son el de Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados y el de Sucesiones y Donaciones, que liquidaban hasta ahora los registradores de la propiedad. "La primera media hora de apertura ha sido muy tranquila; luego, a partir de las 9,30 de la mañana, se ha animado mucho. Es lo que esperábamos, pues había gestiones acumuladas ya que las oficinas liquidadoras cerraron el 31 de agosto", explicó una fuente de la ATC en Terrassa.

"Antes iba a la calle de Puignovell (sede de la oficina liquidadora en Terrassa), y ahora, vengo aquí, donde el servicio ha sido perfecto. Por tanto, para mí prácticamente no hay diferencia", explicó a este diario el terrassense Josep Pujol, uno de los primeros usuarios de la nueva ATC en la ciudad. Para Maria Rosa Majoral, el servicio fue exquisito (muchos contribuyentes destacaron la presencia de un orientador para dirigir a los usuarios dentro de la oficina). Sin embargo Majoral reconoció que para ella el "único inconveniente" fue la obligación de trasladarse a Terrassa desde Rubí, donde reside, una vez cerrada la oficina de liquidación en este municipio. También es el caso de los usuarios que puedan llegar desde Sant Cugat. "Evidentemente, hubiese preferido evitar el traslado. Espero que a la larga la ATC también abra en Rubí". Otros usuarios veían la apertura más en clave política. "El Govern ha construido una estructura de Estado desarrollando las competencias autonómicas; una jugada perfecta de cara a lo que pueda pasar después del 1-O", dijo una joven.

Cualquier reto
El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, aseguró ayer que la ATC, con un potencial de recaudación de 42.000 millones de euros, está "preparada" para aplicar el resultado del referéndum del 1-O, "sea cual sea la voluntad" que manifiesten ese día los catalanes. En rueda de prensa junto al vicepresidente del Govern, Oriol Junqueras, para presentar la nueva etapa de esta Agencia, que ayer asumió la gestión plena de los principales impuestos cedidos por el Estado y culminado así su techo competencial, el presidente catalán se refirió a la evolución de la ATC, embrión de la futura Hacienda catalana que desea el Govern.

Sobre si la ATC estará preparada el 2 de octubre, al día siguiente del referéndum, para asumir todos los impuestos estatales, Junqueras se limitó comentar que la Agència Tributària de Catalunya "se adaptará a los retos que comporte el futuro", e insistió en que "pase lo que pase el 1 de octubre" habrá "voluntad de diálogo". También desde este mes de septiembre la ATC se hará cargo de la recaudación ejecutiva de los impuestos propios y cedidos, es decir, del cobro de impagos, función encargada hasta ahora a la Agencia Estatal de Administración Tributaria (AEAT), que también se encargaba del cobro de las multas pendientes del Servei Català de Trànsit

Gran potencial
"La ATC tiene un potencial de recaudación de unos 42.000 millones de euros, lo que multiplica por 15 la recaudación efectiva de este año y por 34 la que hicimos en 2015, antes del inicio del despliegue", afirmó Junqueras, que dijo que la ATC es un ente "homologable a las mejores agencias europeas".

"Creo que hoy ponemos las estructuras necesarias para que Catalunya esté preparada para hacer posible la voluntad que expresen los catalanes en el referéndum del 1 de octubre", añadió Puigdemont, que centró su discurso en el desarrollo de la ATC y y evitó responder a varias preguntas acerca de la aprobación, prevista para los próximos días, de la ley del Referéndum y de la Transitoriedad.

Aunque la Generalitat de Catalunya asumió esas funciones oficialmente el 1 de septiembre, la atención al público empezó ayer, con 32 oficinas habilitadas en toda Catalunya, 19 de ellas propias de la ATC (las cuatro delegaciones provinciales de la ATC y 15 oficinas más) y 13 más compartidas con entes locales. La ATC centralizará a partir de octubre el pago al Estado de los impuestos estatales que corresponden a todo el sector público catalán, es decir, a la propia Generalitat y a unas 180 empresas públicas catalanas, equivalentes a unos 2.500 millones.

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