Tener contenedores frente la puerta de casa no es excepcional. Tampoco no lo es que, a veces o muchas veces, el lugar para depositar los residuos domésticos se convierta en un vertedero improvisado. Lo que sí puede ser "rara avis" es que un vecino o vecinos lleven pidiendo desde hace cinco años una solución y, a día de hoy, las aplicadas por el Ayuntamiento no han acabado con el problema.
La denuncia corresponde a los vecinos de la carretera de Castellar, número 500, a pocos metros de la calle de Ibañez Aldecoa. Allí, frente al bloque de pisos, hay instalados cinco de los grandes contenedores de basura (orgánica, plástico, papel, vidrio y general). El lugar, según explica Encarna Segura, residente en el bloque, se ha convertido en un foco constante de basura de todo tipo; desde muebles hasta ropa y pintura pasando por desechos diversos. Basura que, hay días, que se esparce por la acera si alguna persona ha buscado en el interior algo que puede ser objeto aprovechable. Y alertó también que hay pesonas mayores que dejan la bolsa en el suelo "porque no tienen fuerza para pisar el pedal que abre el container".
Segura relata que, en cuanto apreciaron el problema, se pusieron en contacto con el Ayuntamiento para hallar una solución. "Nosotros hemos pedido, desde el principio, que trasladen los contenedores que están frente nuestra puerta a otro lugar, para acabar con este foco de suciedad que genera no solo mala imagen sino malos olores". Para estos vecinos, lo ideal sería que el Ayuntamiento reubicara los recipientes unos metros más arriba, en la calle de Balaguer, que se halla en medio de un parterre de césped y ya no hay viviendas cercanas.
"Llevamos cinco años pidiendo esto -reclama Segura- pero el Ayuntamiento no se decide. Lo único que ha hecho es mover los contenedores hasta la esquina con la calle de Ibañez Aldecoa, pero luego los tuvo que volver a poner en el mismo sitio porque argumentaron que restaba visibilidad a los conductores que accedían desde esa calle a la carretera. Pero es que donde están, frente a nuestro bloque, también quitan visibilidad". Además considera que es mayor problema que los contenedores estén frente a un banco de reposo, donde se sientan vecinos a conversar, y que alguno de los recipientes esté sobre la red de alcantarillado.
Otras molestias
La vecina afectada considera que su opción es la más idónea. "En la calle de Balaguer no molestarían a nadie porque no hay casas. Y los vecinos sólo tenemos que andar unos metros más para echar las bolsas. Y, además, la calle de Balaguer enlaza con un paso de peatones por lo que aún seria más cómodo para los vecinos de los bloques de Sant Llorenç, frente a nuestro bloque, que utilizan estos contenedores y deben cruzar la carretera de Castellar".
Segura, que acaba de presentar una nueva instancia, quiso añadir también que el problema va más allá de la suciedad, malos malos olores e insalubridad. En este sentido explicó el ruido que generan los camiones de la recogida de residuos que suelen pasar por la noche. También aprovechó para quejarse que son un punto de referencia para actos de incivismo, provocados por jóvenes que transitan a altas horas de la noche.