La Fundació President Amat Roumens (Fupar), que está gestionada por la Fundació Antiga Caixa Terrassa con el soporte del BBVA, ha adquirido la unidad productiva de la cooperativa textil terrassense Teixidors en el marco del concurso voluntario que esta última entidad presentó el pasado febrero en un juzgado mercantil de Barcelona. Con esta operación, por tanto, se asegura la continuidad de esta emblemática cooperativa, con más de treinta años de historia, así como los puestos de trabajo de las veinticuatro personas con dificultades de aprendizaje que trabajan en Teixidors. El auto de adjudicación de la unidad productiva a favor de Fupar es del día 16 de agosto, y la formalización de la compraventa se firmó el pasado jueves, entre la administración concursal y el representante legal de Fupar.
Francesc Salvatella, director de Salvatella Advocats, explicó ayer que en la presentación del concurso se adjuntó como oferta vinculante la propuesta de compra realizada por Fupar que, finalmente, ha sido la única que se ha formalizado. El acuerdo también ha incluido la contratación de los profesionales (alrededor de una docena) que ya trabajaban como personal de soporte en esta empresa social. Fupar asume toda la actividad que venía desarrollándose en Teixidors. Los trabajadores han pasado a depender directamente de esta fundación.
Comunicación previa
Francesc Salvatella, que asumió la dirección letrada del concurso, explicó ayer que inicialmente se acudió a la opción de comunicación previa concursal, lo que otorgó un margen de tiempo suficiente para buscar alternativas, pensando siempre en la continuidad de la actividad. Finalmente en la presentación del concurso, en el mes de febrero, se pudo aportar una oferta vinculante con la propuesta de compra realizada por Fupar, una alternativa poco habitual pero prevista en la Ley Concursal. Finalmente, la de Fupar ha sido la única que se ha presentado, aunque ha habido otros interesados. Con la adjudicación a Fupar de la unidad productiva, añadió Salvatella, se ha culminado "un largo proceso en el que ha primado la transparencia" y que también se ha caracterizado por el alto grado de "sensibilidad" mostrado desde el inicio del proceso por todas las partes implicadas para acelerar los trámites y dar una solución de continuidad a Teixidors.
"Todos estamos muy satisfechos de este final pues se ha conseguido dar continuidad a unos puestos de trabajo muy especiales y éste era uno de los principales objetivos del concurso", dice el abogado con despacho en Terrassa, que dirige el concurso presentado por Teixidors y que aún sigue su curso en la fase de liquidación. La administradora concursal es Miriam Magdalena, profesional también de la ciudad designada por el Juzgado Mercantil 3 de Barcelona.
La cooperativa terrassense reanudó ayer, tras el periodo vacacional, su actividad habitual. Según Jaume Ribera, gerente de Fupar, "nuestra intención es dar continuidad y reforzar un proyecto que creemos muy importante a nivel de ciudad. Por un lado, por los trabajadores y la labor que se está haciendo en este sentido, y también porque se trata de un auténtica fábrica textil del siglo XIX basada en telares de madera y un producto de mucha calidad que realmente es difícil de encontrar". Asimismo, Fupar quiere optimizar la ya excooperativa a nivel económico "mirando de no caer en los mismos errores que la han llevado a esta situación". También se afinará la estrategia comercial para que lo que se "produzca se venda y se buscarán más clientes". A medio plazo se afrontará el proyecto, ya conocido, del traslado de la sede social de Teixidors desde su actual ubicación en la calle del Mas Adei a las instalaciones del Acondicionamiento Tarrasense. "Con el traslado, los trabajadores ganarán en condiciones laborales, ya que ahora tienen un espacio muy reducido. Por otro lado, en su nuevo emplazamiento, Texidors se podrá visitar, es decir, será una actividad visible para la ciudadanía, por ejemplo, mediante visitas concertadas con las escuelas". La cooperativa terrassense Teixidors presentó concurso voluntario debido a las dificultades económicas que atravesaba y ante las perspectivas de que se produjeran tensiones de tesorería más acuciantes a corto plazo por los vencimientos de créditos previstos para este año. Teixidors elevó su volumen de ventas en los últimos ejercicios aunque arrastraba desde hacía años una deuda de alrededor de 900 mil euros, y que venía a ser algo menos de la facturación de un año, dijeron en su momento fuentes cercanas a la cooperativa. Estas fuentes explicaron que los salarios se iban pagando con dificultades y retrasos" en los últimos meses. Además, se veían venir "importantes problemas de tesorería" este año.w