Desafiando la prohibición del Ayuntamiento, finalmente el Casal Popular Els Pins acogió ayer la primera jornada de la fiesta mayor alternativa impulsada por las entidades juveniles de Vilagatzara, en señal de protesta con el programa oficial de festejos -que arrancó ayer-, en cuya organización Vilagatzara no ha participado después de cinco años diseñando la oferta juvenil de la fiesta.
El Casal Popular Els Pins "okupa" desde hace algo más de tres años la finca del antiguo club deportivo de Sant Llorenç del Pins, que pasó a ser propiedad del Ayuntamiento este 2017. El Consistorio precintó el espacio el miércoles por razones "estrictamente de seguridad, para evitar que alguien se pueda hacer daño en un equipamiento que no reúne las mínimas condiciones", informó en su web municipal.
El precinto consistió en colocar un cartel prohibiendo el paso al recinto y en reponer el vallado de la fachada de la finca, una tarea que tenía que continuar hoy.
A los jóvenes del Casal Popular, sin embargo, no les sentó nada bien la decisión municipal, al entender que las razones de seguridad esgrimidas por el Ayuntamiento "solo eran una excusa para que no se hiciese la fiesta mayor alternativa", explicó ayer uno de sus miembros.
Calendario
Por ese motivo, hicieron caso omiso al Consistorio y a las siete de la tarde de ayer iniciaron unos festejos que previsiblemente tenían que prolongarse hasta altas horas de la madrugada y que contaron con una especie de gincana bautizada como "La gran salvatjada" y diferentes conciertos.
Fueron además los propios jóvenes los que estos últimos días "acondicionaron" la finca para poder acoger la fiesta mayor alternativa, una tarea que comenzó el Consistorio contratando a una empresa privada pero que no pudo finalizar a tiempo, pese a que su compromiso inicial era que estaría todo listo para esa fecha.
En vista de que el Consistorio no pudo cumplir con el calendario pactado y que optó por el precinto de la finca, los jóvenes del Casal Popular reaccionaron colocando ellos mismos vayas provisionales en el margen del recinto que da al torrente; precintando el paso a la zona de la piscina -que es insegura- con otros cierres más consistentes y adecentando el espacio. Unas medidas de urgencia que perseguían un único fin: mantener la celebración, ayer, de esta primera jornada de la fiesta mayor alternativa organizada por Vilagatzara. La segunda será mañana en el núcleo urbano.
Ayer fue un día de locos tanto para el Ayuntamiento, que mantuvo una reunión de urgencia con mandos de la comisaría de los Mossos en Terrassa para abordar la situación, como para los miembros del Casal Popular, que permanecieron todo el día en la finca a la expectativa y finalmente decidieron en asamblea mantener celebración de la fiesta mayor alternativa. Incluso se habló de que se estaba tramitando una orden judicial de desalojo, extremo que el propio Ayuntamiento desmintió.
Sin denuncias
De hecho, la concejal de Gobernación, Montse Royes, desveló ayer que el Consistorio, tras precintar el recinto el miércoles, todavía no había puesto ninguna denuncia contra los jóvenes que, saltándose la prohibición, permanecían ayer en la finca (sin denuncia previa no puede haber orden de desalojo) y apeló a la vía del diálogo.
Dejó muy claro, sin embargo, que el Ayuntamiento había prohibido tajantemente, por razones de seguridad, la fiesta alternativa que se realizó ayer y que así se lo había comunicado a los Mossos. Al respecto, predijo ayer por la tarde que muy probablemente los Mossos acudirían al Casal Popular durante la fiesta alternativa para abrir acta por la comisión de una infracción al ocupar un espacio precintado.
