Están amargados de tanto desasosiego más que fundado: cuando alguien pega fuego a los contenedores de recogida de basuras de la calle de Serrano, junto al cruce con la de Topete, cunde el pánico entre los vecinos de un edificio de viviendas. La proximidad de los contenedores al inmueble redobla los efectos de las llamas; propicia que la oleada de incendios haya destrozado la fachada y las ventanas de pisos. El Ayuntamiento tiene allí un problema semejante al denunciado días atrás por vecinos de la calle de Sant Joan, también en el Centre.
"Deben cambiarlos de sitio", dice un vecino de Serrano. El miércoles, a las tres de la madrugada, el enésimo incendio en ese punto quemó dos contenedores de residuos y, lo peor, volvió a causar destrozos en la fachada. Una dotación de Bombers de la Generalitat trabajó en la extinción durante media hora.
Otra vez la pesadumbre para el vecindario, la fachada negra por las lenguas de fuego, sin decenas de las baldosas que adornaban su parte baja. El fuego las ha arrancado. Las ventanas de los pisos están resquebrajadas, ahumadas.
El suelo de la calle está carcomido. El asfalto, también la acera, esa acera que no mide ni un metro de anchura; por la calle se hace casi imposible caminar. Allí están las unidades de recogida de basuras. Hay nueve contenedores, una vez repuestos los derretidos por el último incendio.
Ramón Jiménez vive en esa esquina desde hace cinco años. Ha vivido unos cuantos episodios de desazón con esa serie de fuegos que tiene soliviantados a los residentes en ese sector y que incluso les ha obligado a tener preparada siempre una manguera para actuar de inmediato. Así, con esa medida de autodefensa propia de otros tiempos, han conseguido atajar fuegos antes de la llegada de lo bomberos. Ramón asegura que en esos cinco años ha vivivo ya, cuando menos, siete incendios. Tras el penúltimo, el Ayuntamiento reparó la fachada. No son pocos los ciudadanos que se detienen unos momentos a presenciar la fachada maltrecha cuando pasan por la intersección de Serrano con Topete. Un operario está sustituyendo cableado que el fuego ha destruido.
Hay que elegir
La ubicación de determinados contenedores de basuras supone un quebradero de cabeza para los vecinos damnificados y un problema para el Consistorio, obligado a elegir entre la conveniencia de los emplazamientos poco espaciados para dar servicio y la seguridad.
Los perjudicados lo tienen claro y así se lo han comunicado al Consistorio: debe primar lo segundo, la minimización de riesgos para personas y viviendas sobre la proximidad de las unidades a los domicilios. Vecinos de la calle de Sant Joan, víctimas también de incendios en contenedores, han denunciado su situación. Residentes en otra zona del Centre hacen lo mismo.
Los vecinos han instalado una manguera que tienen siempre preparada para atajar los fuegos antes de la llegada de las dotaciones de bomberos