En nuestra ciudad tenemos más de 40 rotondas, así que podría parecer que el tránsito de vehículos y personas es fluido y no tenemos problemas de circulación.
Nada más lejos de la realidad. Las rotondas son un "caos" que el gobierno de esta ciudad debe pensar seriamente en organizar. Los accidentes crecen de forma exponencial en ellas. De hecho, 13 de los 18 lugares de la ciudad que tienen el índice más alto de accidentes son cruces organizados en rotondas (es decir, en el 33% de ellas).
¿Quién no ha experimentado "estrés" conduciendo por el interior de una rotonda porque "cree" que no podrá salir en la salida que desea tomar? O, incluso, el temor de no poder acceder porque el flujo denso y la velocidad de circulación interior no dejan espacios ni resquicios… Y esto nos demuestra dos cosas: no tenemos cultura de circulación con redondas y que las redondas no están bien señalizadas para que sean autorreguladoras y facilitadoras de la circulación. Según datos de la DGT, un 45% de los conductores usan el carril interior para salir de las redondas y un 15% hace las rotondas rectas, sin respetar ningún carril.
De hecho, las rotondas en Terrassa son un catálogo de lo más variopinto. A veces son redondas a veces ovaladas, tienen los carriles sin señalizar o señalizados de manera que pueden inducir a la confusión. A veces las salidas son de dos carriles, a veces de uno. Por no hablar de cuando incluyen un carril bici para mayor confusión de viandantes, automovilistas y ciclistas por las prioridades de paso… Claro que a todo esto se añade una mala conservación, donde nada está bien señalizado y donde los pasos para las personas que van a pie por su situación les crean la sensación de estar a punto de iniciar una aventura de consecuencias imprevisibles. Por tanto, con defectos en su propio diseño que las hace, si cabe, más inductoras del "caos".
Las personas tenemos derecho a poder desplazarnos con seguridad por la ciudad. Y ésta ha de estar organizada para facilitar el acceso a los servicios de forma sencilla, accesible, cómoda, segura y lo más próxima posible. Donde el desplazarse para ir a comprar, al trabajo o de paseo fluya con la mayor naturalidad en condiciones de seguridad.
Creo que sería recomendable, tal como ya planteó TeC y fue aprobado por unanimidad en el pleno del mes de mayo, que el equipo de gobierno empiece a plantearse realizar un estudio de los tipos de rotondas que tiene esta ciudad y las problemáticas que presentan cada una de ellas. El análisis ha de contemplar desde la señalización de los carriles hasta la situación de los pasos peatonales, pasando por los obstáculos que puedan dificultar la visión y la maniobrabilidad de los vehículos, etcétera. Que permita llevar a cabo una serie de actuaciones una vez realizado el diagnóstico, que podríamos resumir en: desde pintar los carriles de circulación interior, señalizar bien los pasos y situarlos en los sitios de más seguridad para los peatones hasta recurrir a soluciones ingeniosas que aplican otras ciudades en Europa para que quienes van en coche circulen de forma correcta, como señalizando carriles de salida que obligan a salir de la redonda si estás conduciendo por la parte más exterior, aplicando turborrotondas o rotondas inteligentes, etcétera, según proceda en cada glorieta.
El "caos" de circulación en las rotondas puede organizarse y gestionarse de manera que haya una mejor movilidad y un desplazamiento más seguro por la ciudad, para vehículos y para peatones.
Viviremos mejor.