La comarca del Vallès Occidental vuelve a liderar el ranking de los territorios que menos basura generan por habitante. La Agència de Residus de Catalunya ha revelado esta semana los datos de recogida selectiva de Catalunya y la estadística confirma que, en un contexto de crecimiento del consumo y de aumento de los residuos, los vallesanos siguen a la cola en la producción de deshechos municipales.
El año pasado la comarca registró una de las tasas de residuos por habitante y día más baja de Catalunya. Cada residente del Vallès Occidental generó una media de 1,11 kilos de basura al día, con una ligera subida respecto a 2015.
Por debajo figuran comarcas de escaso peso demográfico y poca presencia industrial como la Terra Alta (0,97 kilos por habitante y día), Les Garrigues (1,06), la Segarra (1,09), el Pla d’Urgell (1,10). Territorios de perfil económico y social similar al vallesano registran niveles de residuos más altos, todos ellos por encima de 1,20 kilos por habitante y año. Es el caso de comarcas como el Vallès Oriental (1,25), El Baix Llobregat (1,23) o el Àrea metropolitana de Barcelona (1,21).
Más población, más basura
La recuperación económica y del consumo se deja sentir desde 2014 en las estadísticas de los residuos, que en el Vallès han registrado un incremento del 1,38 por ciento el pasado año, por encima de la media catalana, que se ha situado en el 0,54 por ciento. En total, en 2016 se generaron 253.626,14 toneladas de basura en la comarca, 3 mil toneladas largas más que en 2015. La producción de basura se disparó incluso por encima del crecimiento demográfico, que ha sido de, 0,25 por ciento en 2016, con diferencia el más alto de toda Catalunya.
Los datos de la Agència Catalana de Residus modifican levemente al alza las estadísticas que ya facilitó el Consorci de Residus del Vallès Occidental en marzo de este mismo año. Entonces, el organismo comarcal alertaba del cambio de tendencia en el Vallès: El volumen de residuos repunta tras cinco años -2010-2015- de retroceso, pero el reciclaje se estanca en el 35,03% y se mantiene por debajo de la media catalana, que se sitúa en el 38,48%.
Ambos indicadores están muy lejos del objetivo del 60% de reciclaje que la Unión Europea ha fijado para el horizonte de 2020. De hecho, sólo una comarca se acerca en este momento a la directriz europea. Osona lidera desde hace años la estadística y actualmente roza el objetivo con un 59,92% de recogida selectiva.
El CRVO se ha fijado como meta invertir la tendencia en el Vallès. No solo por el impacto ambiental que supone el aumento de los residuos. También por la amenaza de sanciones por parte de Europa si no se cumplen los objetivos y por la repercusión que el aumento de los residuos tiene ya en las haciendas municipales y en el bolsillo de los contribuyentes.
La Generalitat sanciona cada tonelada de desperdicios que va a depósito, a incineración o a valorización energética (un proceso que genera electricidad en la combustión). El canon ha crecido exponencialmente desde 2013, fecha de su implantación, y lo seguirá haciendo hasta 2020.
La Agència de Residus de Catalunya ha confirmado que en 2018 el canon por incineración se equiparará al que pagan los residuos que van a depósito y en ambos casos se situará en 35,6 euros por tonelada. La valorización energética estará menos gravada, a razón de 17,8 euros por tonelada. El canon se disparará aún más en 2020 hasta alcanzar los 47,1 euros en depósito e incineración, y los 23,6 euros en valorización energética.
En el Vallès Occidental el 65% de los residuos no se separan en casa, son considerados fracción resto y por lo tanto están sujetos a penalización.
El año pasado la comarca originó 164.771,94 toneladas de fracción resto, la mayoría de la cual, 151.381,45 toneladas, fue a tratamiento mecánico biológico en el Centre de Tractament de Residus (CTR) de Vacarises.
De esa cantidad, 209,95 toneladas fueronen 2016 a depósito/ vertedero y 13.180,54 acabaron siendo incineradas.