Terrassa

“La primera etapa de la república deberían gobernarla las izquierdas”

El diputado Joan Tardà defiende la legitimidad tanto del si como del no a la independencia el 1-O, pero advierte a la abstención que el resultado será vinculante y "tendrá repercusiones jurídicas. Nadie podrá decir que no lo sabía". El portavoz de ERC en el Congreso afirma que lo más relevante del proceso es configurar una mayoría de izquierdas que gobierne los primeros años de la república catalana. Por eso invita a los Comunes a llamar a la participación y advierte que un desmarque comprometería alianzas de futuro.

El Gobierno de España llevará al Constitucional el reglamento para la ruptura exprés, que puede quedar suspendido en pocos días, y deja claro que hará lo mismo con la ley del referéndum. ¿Cuál es el plan B del Govern?
El plan B del Govern es continuar con el plan A. Apelar a la legitimidad democrática que emana de los resultados electorales del 27S y cumplir con el compromiso contraído con la ciudadanía. Es decir, actuar en consecuencia.

En una sola semana ha resultado imputado el secretario general de Presidència y al director de Comunicación de la Generalitat. El Estado cumple su advertencia de que perseguirá a políticos y funcionarios. ¿Va a disuadir eso a la intendencia del proceso?
Si el PP cree que una parte de la ciudadanía catalana dejará de considerar el referéndum como una herramienta imprescindible para decidir nuestro futuro con amenazas y represiones es que no conoce la historia de Catalunya. Por otro lado, la ciudadanía no aflojará porque saben que Puigdemont y Junqueras irán a todas. Democráticamente, cívicamente, pero a todas.

Usted defiende que el referéndum lo hará válido el resultado y también la participación. ¿Cual sería la mínima que lo valide?
No podemos decirlo porque dependerá de las condiciones en que se celebre.

Pero las condiciones las fija el Govern
Y el referéndum será legal. El Parlament aprobará una normativa que permitirá, tal como dice Junqueras, votar como siempre. Es una frase feliz que expresa un compromiso y una voluntad. Los catalanes que legítimamente están en contra tendrían doble ventaja y dos posibilidades: la abstención y el no.

El no se está movilizando por la abstención.
Ya veremos. Yo tengo la tesis de que la mayoría de la ciudadanía irá a votar porque sabe que el resultado será vinculante, tendrá repercusiones jurídicas y que el Govern está dispuesto a llegar a las últimas consecuencias. Si gana el sí convocaremos elecciones constituyentes y si gana el no autonómicas. Y nadie podrá decir, sea independentista o no, que no lo sabía.

¿Cree que el 1-O se superaran los 2,3 millones de electores del 9N?
Estoy convencido de que superaremos la cifra. La ciudadanía se encuentra en una encrucijada y debe valorar qué gana y qué pierde con la independencia. Todos queremos a Catalunya. Yo mismo, pero por encima de todo quiero a mi familia, por eso es tan importante que esta reflexión la hagamos en clave personal. Hace 40 años no pudimos decidir si se restablecía la legalidad republicana o aceptábamos una monarquía impuesta por el dictador. Ahora tenemos la oportunidad de hacerlo.

Muchos independentistas no han entendido los relevos en el Govern. Los ven como una muestra de debilidad en un momento clave para el proceso
Al revés. Estamos tan orgullosos de los que marchan como de los que entran. A medida que avanzamos las persones tienen derecho a replanteárselo. Jamás imaginamos que viviríamos una situación así. De hecho, si se hubiera aprobado el Estatut , la consulta sobre la independencia habría llegado en 20 años. Pero la historia ha cogido velocidad y una decisión que hubieran debido afrontar nuestros hijos, nos toca abordarla ahora.

¿ERC está más en las elecciones que en el proceso?
En absoluto. Para nosotros lo más importante es el proceso constituyente y que este permita grandes pactos nacionales y una mayoría de las izquierdas. Porque sería bueno que los primeros años de la república tuvieran una hegemonía de las izquierdas. Por eso es tan importante que los compañeros autodeterministas entiendan que si no nos encontramos en la llamada a la participación habrá una fractura emocional entre las izquierdas que dificultará después la unidad. No pedimos a los compañeros de ICV, EUiA, Podem y a los Comuns encontrarnos en el si, pero sí en la llamada a la participación.

Dicen que el proceso del 1-O carece de garantías y lo consideran una movilización. De momento.
También dicen que no se opondrán. Y es que será la ciudadanía la que convertirá esta movilización en un referéndum efectivo. Pero insisto, nos tenemos que encontrar con Colau, Alvaro Dante, Nuet, y Domènech. Porque nos jugamos el futuro de las izquierdas el día después del referéndum.

¿Se atrevería a decir cuántos comunes acabarán votando si?
¡Que va!. Bastante trabajo tengo con saber qué votarán los de míos.

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