El Centro de Alto Rendimiento (CAR) de Sant Cugat celebró ayer sus 30 años como motor de la revolución del deporte español, en un acto repleto de autoridades, que fue organizado por la Generalitat en el marco de los festejos del 25 aniversario de los Juegos Olímpicos de Barcelona. Unas 700 personas, entre ellas muchos de los deportistas que han pasado durante estas tres décadas por el centro del alto rendimiento, asistieron a un evento que se celebró en las pistas cubiertas de tenis del CAR y que empezó con la mítica "Barcelona" de Freddy Mercury y Montserrat Caballé, interpretada por un coro de gospel.
Durante una hora y cuarto, se alternaron los parlamentos con las proyecciones audiovisuales, que recordaron las medallas que logró España en aquellos Juegos y la forma en la que muchos de esos deportistas prepararon aquella cita entrenándose en el CAR.
El Rey Felipe VI presidió el acto, al que también asistieron el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont; la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría; el ministro de Educación, Cultura y Deporte, Íñigo Méndez de Vigo; el presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Thomas Bach; el presidente del Consejo Superior de Deportes (CSD), José Ramón Lete; el presidente del Comité Olímpico Español (COE), Alejandro Blanco; el secretario del Deporte de la Generalitat, Gerard Figueras; la alcaldesa de Sant Cugat, Mercè Conesa, y el director del CAR de Sant Cugat, Ramon Terrassa.
Muchas más autoridades que deportistas ilustres, entre los cuales se encontraban Gervasio Deferr (gimnasia), Tommy Robredo (tenis), Ona Carbonell (natación sincronizada) y Ander Mirambell (skeleton).
El presidente del CSD, José Ramón Lete, subrayó que Barcelona’92 supuso "un punto de inflexión" en el desarrollo del deporte español. "Uno de esos momentos sublimes e inolvidables de nuestra biografía deportiva", dijo. Y recordó que "hay un antes y un después" de los Juegos Olímpicos de Barcelona, apuntando que, desde París 1900 a Seúl 1988, España solo había ganado 27 medallas, "y desde Barcelona hasta hoy, hemos conseguido 123".
Para el presidente del COE, Alejandro Blanco, el gran legado de Barcelona’92 fue la evidencia de que "cuando España sueña una cosa, la piensa y la planifica, trabajando todos juntos, es la número uno del mundo".
El acto también sirvió para homenajear a Javier Gómez Navarro, secretario de Estado para el Deporte en la legislatura de Barcelona’92; Pere Miró, vicepresidente adjunto del COI; Joan Antoni Prat, primer director del CAR; y Josep Lluís Vilaseca, el exsecretario del Deporte de la Generalitat que, en 1987, impulsó su creación, convirtiendo una antigua mutua y hospital de rehabilitación en el CAR.
De hecho, se anunció durante la gala que a partir de ahora el CAR de Sant Cugat tendrá el sobrenombre honorífico de Josep Lluís Vilaseca, que recibió emocionado el aplauso de un auditorio puesto en pie.
Desde que se inaugurara el CAR hace 30 años, un total de 8.560 deportistas han pasado por unas instalaciones que no han parado de modernizarse y de crecer, hasta las 17 hectáreas de extensión que el recinto tiene en la actualidad.
Un centro de referencia
El Rey Felipe VI se encargó de recordar el éxito deportivo del centro: "Hoy, el CAR de Sant Cugat es el centro de referencia del alto rendimiento deportivo del sur de Europa. Durante estos 30 años, sus deportistas han conseguido 46 medallas en Juegos Olímpicos y Paralímpicos, 347 medallas en campeonatos del mundo y 517 en europeos".
El presidente del COI, Thomas Bach también elogió la "excelencia técnica" del CAR, "un punto de inflexión en el deporte español como también lo fueron los Juegos de Barcelona". El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, subrayó que Catalunya siempre estará "agradecida y comprometida" con el movimiento olímpico.