Pau Quemada Cadafalch cumplirá 34 años el próximo 4 de septiembre. La edad, sin embargo, no es ningún freno para él. Más bien todo lo contrario. Si bien a final de temporada no había tomado todavía una decisión en relación a su futuro, el internacional tendrá una agenda muy cargada a partir del próximo mes de agosto. Continuará formando parte de la primera plantilla del Club Egara y asumirá también las funciones de director de la escuela de hockey de la entidad, cargo que desempeñaba hasta ahora Joan Comerma.
El delantero egarense accidentalmente nacido en Logroño ha sido dos veces olímpico (Londres 2012 y Río de Janeiro 2016) y continúa siendo una de las piezas indispensables dentro del sistema de juego del seleccionador Fred Soyez. Es uno de los titulares indiscutibles y el lanzador de penaltis del equipo. El domingo jugó su partido número 200 con la selección española, una cifra que remarca su magnífica trayectoria.
Mirando al futuro
Quemada está ahora centrado en la Liga Mundial con el propósito de hacer el mejor papel posible con la selección española. Pero también reflexiona en clave de futuro, analizando su futuro papel como responsable de la escuela del Club Egara. “Lo afronto con una gran ilusión. Todas las puertas que se abren hay que aprovecharlas. Sé que no será nada fácil superar el excelente trabajo que ha realizado Joan Comerma, pero intentaré aportar un aire nuevo y hacerlo lo mejor posible”. Entiende Quemada que el hecho de trabajar junto a Pol Amat (nuevo gerente), Roger Matalonga (director deportivo) y Ramon Sala (responsable de la sección de hockey) será un hecho muy positivo. “Los conozco a todos. Los cuatro venimos del hockey y hablamos el mismo idioma. Vivimos el deporte de la misma forma. Seguro que nos ayudaremos entre nosotros y formaremos un equipo extraordinario”, comenta.
Quemada comenzará a desempeñar sus funciones en la escuela de hockey el lunes 28 de agosto, pero durante este año ya ha estado colaborando junto a Comerma para ir haciéndose al cargo. “He podido ver como funcionaba toda la escuela. El tema administrativo es el que deberé aprender a manejar mejor. Intentaré que todo salga lo mejor posible”.
Doce años después de su marcha, Pau Quemada decidió volver la temporada pasada al Club Egara. Y lo hizo para quedarse. El delantero, uno de los grandes especialistas en el lanzamiento de penalti-córner, jugó en el RC Polo de Barcelona entre los años 2009 y 2011, siendo máximo goleador en ambas campañas. Lo fue también en los dos equipos belgas en que ha militado, el Laren y el Leuven. Y también en su regreso a un Club Egara con el que la pasada campaña anotó nada más y nada menos que 30 goles en la Liga, cuatro más de los que firmó el artillero argentino del Club de Campo Leandro Tolini.
Doble función
Para Quemada, compaginar esta tarea con la de jugador del primer equipo no supondrá ningún problema. “Jugaré una temporada más. En septiembre cumpliré 34 años y a esta edad ya no puedo permitirme el lujo de pensar demasiado a largo plazo. Mientras me lo pase bien y disfrute, seguiré jugando. En este sentido, no me planteo esta temporada como la última de mi carrera deportiva. Eso sí, me retiraré jugando en el Egara, pero todavía no sé cuando. Estamos muy bien asentados en la ciudad y en el club con mi esposa y mi hija y si no pasa nada extraordinario nos quedaremos aquí”, explica uno de los jugadores más emblemáticos de la historia del Club Egara. También uno de sus máximos goleadores. Y jugador fundamental en la Liga Mundial que ahora disputa con la selección española.
