El nuevo proceso participativo para elegir al Síndic de Terrassa empieza con mal pie. TeC, el segundo partido del Consistorio, ha asegurado que se desmarca de esta elección ya que no se podrá votar de forma electrónica. De esta forma ya son dos las formaciones que no piensan participar en el proceso. La otra es el PP, que por motivos muy distintos a los de TeC, no está de acuerdo (tampoco lo estuvo el año pasado) con la consulta. Considera que no deben ser los ciudadanos quienes voten al defensor del pueblo local, sino que debe decidirse como hasta ahora: por consenso de todos los grupos políticos.
El pleno del Ayuntamiento celebrado la pasada semana aprobó la modificación del reglamento de la Sindicatura Municipal de Greuges. Los únicos en apoyar los cambios fueron el equipo de gobierno (PSC y PDeCAT) y ERC, que se erigió en aliado del bipartito en este espinoso asunto. Los otros cuatro partidos (TeC, C’s, CUP y PP), votaron en contra. A pesar de que lo que se dirimía en el pleno eran unas modificaciones muy concretas (cambiar el término "consulta ciudadana" por el de "proceso participativo" y permitir que los cargos electos puedan presentar candidatura), el debate político se centró en cómo se desarrollará todo el proceso y, concretamente, en la forma de voto.
TeC presentó una enmienda para que los ciudadanos puedan participar en las distintas fases del proceso a través de una plataforma digital: tanto en la presentación de candidaturas, como, sobre todo, en la emisión de los votos. Los comunes, además, pedían que se ampliase el calendario de votación ya que consideran que un único día para votar, como pretende el equipo de gobierno, no es suficiente. La edil Marta Muntanyola, anticipándose al apoyo que obtendrían sus reivindicaciones, ya advirtió al iniciarse el debate que, en caso de no prosperar sus enmiendas, TeC se desmarcaría del nuevo proceso y votaría en contra de los cambios en el reglamento. Y así fue. Sólo obtuvo el apoyo de los concejales de C’s y de la CUP. El resto de partidos rechazaron sus peticiones.
La identidad del votante
El teniente de alcalde de Servicios Generales y Gobierno Abierto, Alfredo Vega, insistió en que se ha decidido descartar la utilización del voto telemático porque "no permite la identificación" del participante, tal y como señaló el Síndic de Catalunya, Rafael Ribó, en su informe sobre la anterior consulta, "invitando" al Ayuntamiento a rehacer el proceso una vez solventado este problema. "Queremos garantizar la seguridad jurídica, y los sistemas actuales de voto electrónico no lo permiten", subrayó Vega, que no descartó incluir esta posibilidad en el futuro si mejoran las prestaciones de las plataformas digitales. El edil también descartó ampliar el periodo de voto presencial, que se limitará a un solo día en distintos espacios de la ciudad, porque "encarecería el proceso y sería injustificable".
ERC, junto al bipartito
Los republicanos apoyaron al bipartito. Carles Caballero aseguró que el voto telemático "no reúne todos los requisitos exigibles en la ley de transparencia de Catalunya y, por tanto, no lo podemos avalar". No es seguro, dijo. El edil, provocando malestar entre sus aliados en numerosas ocasiones, los comunes, sentenció: "Me parece psicodélico que llegados a estas alturas aún haya quien defienda el proceso de recogida de apoyos telemáticos". Tal y como denunció en su día el Observatorio Ciutadà Municipal, Caballero considera que la usurpación de la identidad a través del voto digital distorsionó la cifra de participantes en la anterior consulta: "No participaron tres mil personas, sino una que votó por mil y otra, que votó por 900", afirmó el republicano, en clara alusión a los apoyos recabados por Isabel Cazorla y Anna Muñoz, las candidatas que quedaron en primera y segunda posición y que admitieron haber recurrido a la recogida de apoyos tras consultarlo con el Ayuntamiento.
Muntanyola insistió en que sin la posibilidad de ejercer el voto digital "el proceso nace cojo", por lo que su grupo se mantendrá "al margen". El hecho de descartar las nuevas tecnologías y reducir la votación presencial a un solo día "va en contra de la calidad democrática porque dificulta la participación". La representante de los comunes considera que el error de la anterior consulta no estuvo en ese aspecto técnico del tipo de voto sino en "la ausencia de interés político", que derivó en una "falta de seguimiento y reglamentación".
La gestión del proceso
La repetición del proceso no agrada a C’s. Su portavoz, Javier González, que puestos a reeditar la consulta prefirió que se hiciera contemplando el voto digital, acusó al bipartito de "cobardía política". Por varias razones: por "no defender el reglamento hasta el final, cuando,
además, está avalado por el secretario"; por buscar "amparo en un tercero" y "centrifugar" así su responsabilidad y por "no saber defender con la vehemencia suficiente el esfuerzo de todos lo candidatos y los participantes" en el anterior proceso".
La concejal de la CUP, Maria Sirvent, también afeó al bipartito que descartara el voto digital y se mostró en desacuerdo con la modificación del reglamento. A su juicio, no era necesario hacerlo, sino sólo redactar unas bases concretas para ejercer el voto.
En el PP lo tienen claro. Para Álex Rodríguez, el mal está en que la figura del Síndic se ha profesionalizado (es decir, cobra un sueldo, concretamente de 52 mil euros anuales) y se elige por votación popular. El edil defendió la existencia de este cargo, que su grupo impulsó hace dos décadas, pero cree que debe ser "honorífico" y elegido por acuerdo de todas las formaciones políticas.