El cinc de nou amb folre que contra pronóstico Minyons de Terrassa habían cargado el día anterior en la Plaça Vella, y la solidez demostrada por Castellers de Terrassa también en la actuación de vigilia, hacían preveer una gran exhibición castellera de Festa Major, el domingo, en el Raval, y así fue. Era la una de la tarde cuando sonaron las gralles y Minyons abrían su actuación formando la impresionante masa humana que es el tres de deu amb folre i manilles. En su construcción tembló lo habitual, pero cuando vimos la aleta el castell parecía absolutamente firme y apuntaba al mejor final . Sacaron el pom de dalt y parecía que iban a descargarlo; pero, bajando el piso de setens, los inferiores de repente cedieron y la colosal construcción hizo llenya. Sin embargo, un hito casteller: primer tres de deu cargado de este año, por Minyons y en general, también el primero en cargarse en una Festa Major (los malva lo habían intentado sin éxito en la de 1998), y también el más temprano de la historia.
Tres cuartos de hora más tarde, sin desanimarse ni por la caída ni por el calor, Minyons atacaron en la segunda ronda el dos de nou amb folre i manilles. Y a partir de aquí, los malva ya sin caídas y con todo descargado. Su primer gama extra completado de la temporada lo tuvieron que trabajar bien en los pisos de quarts y quints, para dominar el movimiento de la estructura, y la bajada fue dificil, especialmente entre las manilles, pero con final feliz.Y euforia desatada.
El quatre de nou se les había quedado a Minyons en intento, hace dos semanas, en Cornellà, y el domingo se sacaron la espinilla cargandólo sin ningún problema. Y a los malva aún les quedaba por ofrecer otro extraordinario momento casteller. A las tres en punto de la tarde, ya con la asistencia de primera hora notablemente menguada, se hizo un silencio impresionante en el Raval de Montserrat, y Minyons comenzaron a montar el pilar de vuit amb folre i manilles, que ofrece un volumen de camisas casi tan grande como el tres de deu. Tembló mucho, y antes de que viéramos la aleta sufrió una sacudida que hizo temer lo peor, pero aunque la emoción se mantuvo hasta el final, se completó el primer pilar de vuit emmanillat de la temporada, y décimo descargado por los malva, que conseguían la mejor actuación castellera jamás realizada en una Festa Major de Terrassa.
Blauturquesas de precisión
Castellers de Terrassa, que abrían la exhibición, estuvieron, a su nivel, más perfectos y precisos que los malva, sin sufrir lenya alguna. Su gran reto era estrenar en Festa Major, por esta temporada, los castells de vuit, con el quatre de vuit, que realizaron sin probelmas. Tras haber sido coronado, el castell perdió un poco las medidas, pero la colla consiguió que no se descontrolara y a las 12.45 de la tarde, los blauturquesa descargaban el anhelado quatre de vuit. El castell escogido para la segunda ronda fue la torre de set, también un estreno, que tuvo una desmontada (antes de que sonaran las gralles, por lo tanto, como si no hubiera existido) en el que la canalla demostró su altísimo nivel durante la travessada. Cuando ya se dio por descargado, el cap de colla, Joan Enric Pujol, levantó el brazo y a los blauturquesa se les disparó el jubilo, y también las peticiones del tres de vuit, que constituye su próximo reto.
Y para rematar su gran actuación, otro set de set. con el que demostraron su dominio de la gama alta de castells de este nivel.
La colla invitada, la Jove de Terragona, que fletó ocho autores para venir aTerrassa, también demostró su buena forma, y si su pilar final hubiera sido de set en lugar de cinc habría dado la mejor actuación de una colla invitada en la exhibición de Festa Major. Le dieron, con el cinc de nou amb folre, en la segunda ronda, otro castell de gama extra, lástima que solo cargado. En la primera descargarían el tres de nou amb folre, tan bien hecho que los lilas ya apuntan al diez, y en la tercera, su segundo quatre de nou amb folre del año.
De una duración de dos horas y 45 minutos, con el obispo de Terrassa en el balcón durante la primera ronda, la exhibición fue probablemente el acto de la Festa Major en el que se pasó más calor . En su primera hora, con muchísima gente, entre la que era imposible abrirse paso y que llegaba hasta la tienda Javier Simorra. El espacio bajo las carpas del restaurante Olivetti era codiciado, por ofrecer resguardo del sol y visibilidad (también la sombra del edificio del Banc de Sabadell generó una concentración humana). Como es habitual, el público va mermando a medida que la exhibición avanza, y la circulación ya era fluida cuando los pilars de Castellers y Minyons llevaron a sus anxanetas el balcón del Ayuntamiento.