Se preguntaba Ramón de España hace un par de meses en su tribuna de El Periódico si el regreso de Los Manolos iba a ser "algo más que un intento de rentabilizar la nostalgia." De momento, nada apunta a que éste vaya a ser algo más que un encuentro insustancial en lo creativo (no en lo económico), un viaje en el tiempo que nos recuerda lo buenos músicos que eran (y siguen siendo) y lo buenas versiones que hacían de temas insospechados. Así al menos lo volvieron a demostrar con su concierto en la Plaça Nova
Repiten estética y trajes, repiten repertorio y buenrollismo (esto último una buena noticia después de que la relación entre los exmiembros de la banda haya pasado por sonados altibajos.)
Ráfagas de rumba
En Terrassa, se presentaron trece músicos encima del escenario para intentar apropiarse del ritmo y del baile del respetable, con ráfagas muy bien estudiadas de rumba catalana, de reivención de dos grandes como Gato Pérez y Peret, y de reivindicación de un período en el que llegaron a ser mundialmente famosos y de la que aún se recuerdan memorables aciertos, que tuvieron a bien no dejarse en el tintero y que trajeron a Terrassa.
El repertorio lo integraron temas sin desperdicio, tales como "All my loving", "Strangers in the Night", "El meu avi", "Manolo" "Seré feliz", "El muerto vivo" o piezas ya históricas como la que dio por finalizado el concierto, "Amigos para siempre."
Pese a que hubo sillas instaladas ante el escenario, fueron pocos -entre los más devotos- los que pudieron resistir la tentación de bailar y dejarse llevar por el ritmo elaborado en base a guitarras ejecutadas con la pasión que requiere la técnica del ventilador, las percusiones y los vientos de orientación caribeña, y el cajón flamenco para apuntalar este regreso de Los Manolos, un auténtico salto en el tiempo que incluso parece haber esperado con impaciencia su audiencia.
Además de Los Manolos de siempre (Xavi Calero, Joan Herrero, Rogeli Herrero, Andreu Hernández, Ramon Grau, Toni Pelegrín, Josep Gómez y J.Luis Muñoz, además de los músicos de apoyo) ha habido, sin embargo, dos relevantes ausencias: la de Carlos Lordán, que falleció en un trágico accidente en 2011, y Rafa Soriano, que reside lejos de Catalunya.