La chaqueta que se pone para trabajar en el restaurante Capritx, Marc Ribas la ve "como un símbolo egarense, y es la que llevo y seguiré llevando y defendiendo a todos los lugares donde vaya, porque creo en ella". Por eso la vistió para ejercer, de pregonero de la Festa Major, una función que pidió públicamente desde el programa "Cuines" de TV3, que presenta. Su parlamento fue un apasionado alegato en favor de Terrassa, donde no nació, pero de donde es "porque me da la gana, porque lo he querido, como aquel que escoge un amigo, por cuestión de devoción". Tanta, que llegó a decir: "está claro que el hecho de haber vivido en Sabadell veinte años de mi vida, ha hecho que tuviera ganas de vivir bien, y esto quiere decir venir a vivir a Terrassa".
Repasó elementos que la hacen viva, y, gastronómicamente, invitó a creer en la ciudad, sus cocineros, productores y productos. "Tenemos los mejores. Unos productos brutales. Así es muy facil cocinar bien. Lo más dificil ya lo hemos hecho. Ahora hay que venderlo".