Los vecinos que colindan con las rieras del Palau y de Les Arenes recibieron el respaldo de los siete partidos del pleno en su demanda de actuar con urgencia para solucionar “el grave problema” de falta de limpieza y mantenimiento de los cauces fluviales. Pero, además, de obtener la razón, obtuvieron también el compromiso de inyectar más recursos de los previstos. Entre este año y 2018, el Ayuntamiento y la Agència Catalana de l’Aigua (ACA) invertirán 747 mil euros (la previsión inicial del plan de choque era de 400 mil) para adecentar las rieras, según confirmó el teniente de alcalde de Territorio y Sostenibilidad, Marc Armengol.
La Comissió de les rieres del Palau i Les Arenes intervino para “reclamar la atención del pleno sobre la situación de peligrosidad, suciedad y abandono” de los cauces fluviales. Acusó al ACA y al Ayuntamiento de “jugar al gato y al ratón, escondidos detrás de un problema de competencias” para no actuar. Según sus cálculos, la inversión que permitiría solucionar el problema serían cinco millones de euros. Los dardos de la comisión se dirigieron especialmente al ACA por “no haber hecho casi nada” desde 2010, pero también contra el Ayuntamiento por destinar “migajas” en los presupuestos para las rieras con el objetivo de “contentar a ingenuos y silenciar consciencias”, una afirmación que molestó sobremanera a Armengol, así como “el tono alarmista de la moción”.
Participar de las decisiones
La propuesta, que fue asumida inicialmente por la oposición en su conjunto y, posteriormente, respaldada por todos los grupos, recoge la petición de los vecinos de limpiar de forma “inmediata” los cauces, pero también la de exigir al ACA que ponga en calendario las actuaciones para arreglar taludes y espigones y que construya los muros que faltan antes de diciembre de 2018.
Los vecinos también reclamaron participar en la reuniones bilaterales que mantienen el Consistorio y el ACA y constituir la Taula de Les Rieres, donde se tenga en cuenta la voz de la comisión, para debatir sobre los presupuestos dedicados al mantenimiento de los cauces y dar cuenta de los convenios de colaboración entre ambas administraciones.
Todos los partidos dieron la razón a los vecinos. El portavoz del PDeCAT y miembro del gobierno, Miquel Sàmper, coincidió con ellos en que el problema “es muy grave” y en que, hasta ahora, las administraciones han jugado “al gato y al ratón”. Sàmper admitió que desde las riadas de 1962 ha habido hasta tres proyectos distintos para mejorar la seguridad de las rieras, pero “ninguno de ellos se ha ejecutado, ni siquiera comenzado”.
El socialista Armengol admitió que los acuerdos propuestos en la moción eran “justos”, pero lamentó algunas de las afirmaciones emitidas por los vecinos. Las rieras, dijo, según los informes de los técnicos, “son, en términos generales, seguras”, a pesar de la falta de mantenimiento. El edil justificó la disputa sobre competencias que ha llevado al Ayuntamiento a denunciar al ACA ante los tribunales “para defender los intereses de Terrassa”. No en vano, está en juego saber quién es la administración responsable y, por tanto, la que debe pagar las actuaciones de limpieza y mantenimiento de las rieras. Armengol aseguró que cuando acabe la actual legislatura se habrán invertido dos millones de euros en las rieras y torrentes de Terrassa.
Carles Caballero, de ERC-MES, que agradeció la “lucha” de los vecinos por insistir en este asunto, puso el foco en la insuficiente cantidad que el Consistorio destina a la limpieza de los cauces. “Con el superávit municipal de 12 millones, las dos rieras quedarían bien limpias de punta a punta si se quisiera”, remarcó.
El portavoz de TeC, Xavier Matilla, resaltó que “las rieras son el gran reto urbanístico de Terrassa en este momento”. Hasta ahora, dijo, la consciencia de peligros y riesgos que implica y el hecho de que han sido una barrera “física y mental” de la ciudad han provocado que hayan sido un espacio “marginal”. Reclamó poner el asunto en “el centro del mapa, no sólo geográfico, sino también mental”. Matilla considera que habría que ir más allá del mantenimiento urbano y construir un proyecto para las rieras, de manera que dejen de ser un “rincón” de la ciudad para convertirse en “espacios centrales”.
El clamor por la necesidad de actuar con urgencia fue unánime. Tanto C’s como PP, también pidieron “rapidez” para desbrozar las rieras. La CUP denunció que “el debate sobre las competencias de cada administración no debe pasar por encima de la seguridad”.
