La Festa Major acude sin falta a su cita con Terrassa cada primer fin de semana de julio. Una cita recurrente que, aún así, coge despistados a miles de egarenses que se topan con los cortes viarios y, de nuevo, con atascos.
Este día de la marmota anual se repitió ayer, especialmente por la mañana, cuando el cierre de la Rambla al tráfico desde la rotonda del Doré provocó retenciones en la carretera de Montcada, la de Martorell y la rambleta del Pare Alegre.
La envergadura de las colas nada tiene que ver con la de los años en los que la Rambla era aún territorio apto para turismos. El cierre de esta artería al tráfico privado, en enero de 2008 (con motivo del inicio de las obras de prolongación de Ferrocarrils), ha ido amortiguando, a lo largo de estos años el impacto de los cortes que se producen por Festa Major, aunque, como sucede desde hace nueve años, las calles de Arquimedes y Galileu son las que soportan el peso de la circulación por el centro de la ciudad.
Las restricciones, que han obligado a desviar los autobuses urbanos por las dos vías citadas de Ca n’Aurell, se prolongarán hasta el lunes, 3 de julio.