Se acabó el Ramadán. El colectivo residente en Terrassa celebró el domingo el fin del mes sagrado del ayuno con un rezo masivo en el sector Montserrat.
Unas siete mil personas, según la Comunidad Musulmana de Terrassa, se dieron cita a primera hora de la mañana en el recinto del antiguo mercadillo para asistir a la ceremonia, a la oración que ponía fin a la celebración más importante, junto a la Fiesta del Cordero, en el calendario islámico. El rezo multitudinario empezó a las siete de la mañana y acabó una hora y quince minutos más tarde. Luego, muchos de los presentes permanecieron en el recinto departiendo.
Los muslimes ya pueden ingerir alimentos durante las horas de sol, entre el alba y el anochecer. Ese componente de ayuno es el principal, o el más conocido fuera del islam, pero los fieles musulmanes subrayan que el mes de Ramadán también se caracteriza por el recogimiento, la solidaridad y el perdón. El hecho de no comer se asocia también a conocer el significado de la carencia y a experimentar la debilidad del cuerpo.
Las oraciones al aire libre que requieren un amplio espacio debido a la gran afluencia de fieles tenían lugar hasta este año en la zona deportiva de Can Jofresa. El domingo se trasladaron a Montserrat porque el recinto de Can Jofresa está en obras: el Ayuntamiento está sustituyendo el césped y el sistema de riego. La mudanza temporal no ha supuesto un obstáculo para el colectivo. Mustapha Ben El Fassi, presidente de la Comunidad Musulmana de Terrassa, apuntó ayer que la ceremonia fue, incluso, más ordenada que otras veces.
Mustapha Ben El Fassi agradeció la implicación de servicios como Eco-equip y la Policía Municipal en la organización, y la colaboración de la asociación de vecinos del barrio de Montserrat, que devino el domingo la nueva mezquita al aire libre, siquiera de forma provisional, para la despedida del Ramadán.
La cifra
16.000
Unos 16.000 vecinos de Terrassa son de confesión musulmana. La mayoría tiene origen marroquí
