Le quedó como secuela "una deformación importante del pabellón auditivo". Aquella noche de septiembre del 2007 un tipo le arrancó la oreja de un bocado durante una pelea. Él, la víctima, había intentado defender a su pareja cuando la golpeaba el mismo tipo. Y éste, el acusado de la doble agresión, se enfrenta a una petición de cuatro años de prisión y una multa de 600 euros.
La trifulca se desencadenó en la avenida de Jaume I hace casi diez años. Fue el 16 de septiembre del 2007, a las 10.30 de la noche. Según cuenta el Ministerio Fiscal, el procesado acometió a una mujer, zarandeándola y propinándole golpes en la cara, la nariz y el abdomen. No explica el porqué de la agresión si es que había un porqué.
La pareja de la atacada observó la escena. Enervado, el hombre se lanzó a defender a la mujer. Según el fiscal, trató de separar al agresor de la denunciante. Y recibió puñetazos por parte del acusado. Puñetazos en el pecho, en el cuello, en la cara. Y el agresor le dio un mordisco en la oreja izquierda.
La mujer sufrió una contusión nasal. Su novio, la pérdida del pabellón auditivo izquierdo. Le aplicaron puntos de sutura y le restó la dicha secuela: "deformación importante del pabellón auditivo".
Ha pasado una década
La celebración del juicio está prevista para hoy. Habrá transcurrido casi una década desde la noche de autos. El fiscal afirma que los hechos son constitutivos de un delito de lesiones con deformidad y de una falta de lesiones. Por la primera infracción penal solicita una pena de cuatro años de prisión y por la falta, una multa de dos meses con cuota diaria de diez euros.
Según el fiscal, el acusado deberá pagar al agredido 3.950 euros: 350 por el número de días de curación, 2.200 euros por la secuelas y 1.400 por el tratamiento reparador de cirugía plástica. La cuantía indemnizatoria calculada para la mujer es de sesenta euros.