Tercera o cuarta. Así cerrará hoy la primera fase de la ronda semifinal de la Liga Mundial femenina que se disputa en Bruselas una selección española que acumula una sola victoria (3-1 ante Malasia) y dos derrotas (0-1 con Nueva Zelanda y 1-4 con Australia). España está ya matemáticamente clasificada para los cuartos de final que se disputarán pasado mañana jueves. El partido del grupo “B” que enfrentará esta noche al combinado de Adrian Lock con Bélgica no será, sin embargo, nada anecdótico.
España tiene la cuarta plaza asegurada, pero eso le obligaría a medirse a Holanda, primera potencia mundial, una selección matemáticamente campeona del grupo “A”. Por contra, si España es capaz de derrotar a Bélgica (el empate no sirve) sería tercera y su rival sería entonces bastante más asequible: Italia, Corea del Sur o China. La diferencia es realmente notable, ya que buscar el pase a semifinales (y la consiguiente clasificación automática para el Mundial del año próximo) ante las holandesas sería una tareo harto compleja.
Excesiva severidad
En el tercer partido de la fase de grupos ante las australianas, cuartas del Mundo, España tuvo el encuentro controlado en la primera mitad, pero concedió un par de errores que propiciaron una victoria de las “aussies” que fue, eso sí, excesivamente severa.
Las oceánicas comenzaron mandando, pero las españolas demostraron ser capaces de parar su voracidad ofensiva. Incluso de dominar en algunas fases del juego. Cuando menos sobresaltos se registraban, una gran acción individual de Kathryn Slattery desembocó en el 0-1 en el minuto 28. Tras el descanso, Carola Salvatella pudo empatar, pero un paradón lo evitó. Quien lo hizo fue Lucía Jiménez en el 33. Parecía el partido controlado, pero un error defensivo permitió a Slattery marcar de nuevo en el minuto 38 y firmar un 1-2 que hizo mucho daño a las de Lock. España no bajó los brazos, pero Georgina Morgan selló el partido en el tercer cuarto, de penalti con el tiempo cumplido. Con todo ya deficido, Emily Smith firmó el 1-4 final.
