Para algunos, el tiempo parece haberse detenido. Diez de los dieciséis campeones olímpicos alemanes en Barcelona’92 tomaron parte el jueves por la noche en Can Salas en un icónico y fraternal partido amistoso ante varios de los representantes del equipo español, que contó con ocho olímpicos.
Una de las más grandes estrellas que ha dado el hockey mundial, el todopoderoso central alemán Carsten Fischer (55 años) volvió a vestirse de corto para enfrentarse a España. Nacido el 29 de agosto de 1961 en Duisburgo, Fischer fue durante muchos años el "verdugo" del Atlètic, a quien privó de varias Copas de Europa con su club, el Uhlenhorst de Mülheim. Con la selección alemana disputó hasta cuatro Juegos Olímpicos, consiguiendo subir al podio en tres de ellos. Su único oro lo consiguió en el verano de 1992 en Terrassa tras derrotar en la final a Australia en el Olímpic.
Un cuarto de siglo después, Fischer recuerda con absoluta claridad ese caluroso verano del 92. Acodado en la barra del bar de Can Salas y degustando un croissant de chocolate, el temible gigante que destrozaba a los porteros rivales con su imparable penalti, parece una persona normal de mediana edad. Sufre artrosis, pero todavía juega algún que otro partido amistoso. "Fueron unos Juegos preciosos y el mejor recuerdo que guardo de Terrassa es que aquí me colgué mi única medalla de oro olímpica. Fue todo perfecto. Yo venía de ganar dos platas en Los Ángeles y Seúl y el 92 fue la culminación de mi carrera", explica lacónicamente.
El cirujano olímpico
Fischer se retiró en 1997, un año después de acabar cuarto en los Juegos de Atlanta. Pasó a dedicarse a su profesión (cirujano ortopédico), a su esposa y a sus dos hijas. Su vinculación con el hockey se limita ahora a ver algunos partidos del Uhlenhorst y a "jugar algunos partidos de veteranos en los que importa casi tanto jugar como compartir unas cervezas al final".
Entiende Fischer que el hockey actual no tiene nada que ver con el de entonces. "Probablemente ahora yo no podría jugar. Era muy pesado y ahora el juego es más rápido. No más físico pero sí más rápido". Fischer y sus compañeros estaban encantados de haberse reencontrado. "Después del 92 nos juntamos algunas veces, pero ahora llevábamos 20 años sin hacerlo"
Diez de los integrantes de esa grandiosa selección derrotaron el jueves por 4 a 3 a España en Can Salas. Sven Meinhardt (3) y Oliver Kurtz marcaron los cuatro tantos alemanes. Por España lo hicieron Pere Jufresa, Nani Escudé y Xavi Figa. Además de Fischer acudieron Volker Fried, Andreas Keller, Michael Knauth, Oliver Kurtz, Christian Mayerhöfer, Sven Meinhardt, Klaus Michler, Jan-Peter Tewes y Stefan Tewes. En el bando español, junto a Santi Cortès estaban Ramon Jufresa, Santi Grau, el capitán Nani Escudé, Xavi Escudé, Jan Dinarès, Pere Jufresa, David Freixa y Juantxo García-Mouriño.
