El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, ha propuesto prohibir por ley la aprobación de nuevas amnistías fiscales, pero ha defendido la adoptada en 2012 en la “situación hipercrítica” en que se encontraba el país con unas administraciones “en quiebra técnica” y al borde del rescate.
“Hicimos lo que teníamos que hacer, aunque no nos gustara”, ha repetido insistentemente el ministro durante su comparecencia ante la Comisión de Hacienda del Congreso con motivo de la sentencia del Tribunal Constitucional (TC) que anula la amnistía fiscal de 2012.
“Yo ya he pedido perdón por subir los impuestos varias veces en esta Cámara”, ha afirmado Montoro, después de que algunos grupos le hayan exhortado a pedir disculpas a los españoles por amnistiar a defraudadores mientras subía impuestos a los contribuyentes.
No obstante, el ministro ha propuesto al Congreso modificar la Ley General Tributaria para evitar nuevas amnistías a la vista de que “los procesos de regularización no gustan a nadie”, si bien desde la oposición le han recordado que la sentencia del Constitucional ya cierra esa puerta.
Esta ha sido la única novedad que se ha reservado el ministro para esta comparecencia, además de que está preparando, junto con la Oferta Pública de Empleo (OPE) de este año, un aumento extraordinario de la plantilla de la Agencia Tributaria.
En el resto de sus intervenciones ha insistido en defender la política tributaria llevada a cabo en el momento más agudo de la crisis económica y en la necesidad de proveer al Estado de todos los ingresos posibles para reequilibrar las cuentas públicas.
Entre esas medidas estaba el tratar de aflorar capitales ocultos, para lo cual el Gobierno “echó el anzuelo y tuvo que poner un cebo, si no los pececitos se van a otro sitio o se quedan en el fondo del mar”.
Montoro no se ha referido a los argumentos de fondo de la sentencia del TC y se ha limitado a decir que su único “alcance jurídico” está en que ha rechazado el decreto ley como instrumento formal para aprobar una amnistía, ya que las consecuencias del proceso no se van a ver alteradas, por seguridad jurídica y porque además la Declaración Tributaria Especial de 2012 ya ha prescrito.
Los diferentes portavoces en la Comisión de Hacienda han criticado al ministro por pretender justificar la amnistía como alternativa al rescate de España o por no explicar por qué razón se rebajó el tipo al que finalmente se regularizó el dinero aflorado.
El diputado del PSOE Julián López Milla le han preguntado si sabe los nombres de las personas que se beneficiaron de este procedimiento y le ha urgido a que publique la lista de amnistiados, después de que en los pasillos del Congreso el ministro haya dicho hoy que había mas dirigentes vinculados al socialismo que al PP.
Montoro ha asegurado que no había visto esa lista y ha dicho que su referencia a los dirigentes socialistas era una queja a los medios de comunicación que solo publicaban nombres vinculados al PP, cuando se sabe que, por ejemplo, se benefició de la amnistía el exlíder minero de UGT José Ángel Fernández Villa.
El momento más tenso de la comparecencia se ha producido cuando el diputado de Compromís Ignasi Candela le ha llamado “blanqueador del dinero de los criminales” en referencia a un personaje de “El Padrino”, a lo que Montoro ha respondido que él no se pasea por el Congreso con “ninguna cabeza de caballo cortada”.
El ministro ha restado importancia a la posibilidad de que sea reprobado por el pleno del Congreso y ha afirmado que va a seguir trabajando porque tiene que sacar adelante el techo de gasto que servirá de base para los Presupuestos de 2018, momento que ha aprovechado para pedir el apoyo de los grupos.