El pasado fin de semana fue trágico en las costas españolas. Solo el sábado, un hombre de nacionalidad francesa de 80 años fallecía en la playa de Roses; una mujer mayor de origen alemán también perdía la vida en la de Platja d’Aro; mientras que un hombre con residencia en el municipio de San Carles de la Ràpita (Tarragona), aunque procedente de Terrassa, aparecía flotando y sin vida en una playa del municipio.
El mismo sábado, un niño de sólo 4 años de edad moría en una piscina familiar de Fuente Palmera, una localidad de Córdoba.
Y es que tanto las personas adultas como los menores pueden entrar en riesgo si no toman ciertas medidas de prevención cuando van a la playa o a la piscina. Para fomentar los comportamientos responsables en el baño, la Fundació Cet 10 (una entidad que busca potenciar los valores educativos de la actividad física y el ocio en niños y jóvenes) ha impulsado la campaña #capnensofega.
El centro deportivo Bac de Roda de Barcelona acogió el pasado fin de semana talleres, juegos educativo y clases prácticas de salvamento con motivo de la campaña, que también llegará a casales y campus de verano de las escuelas, donde se repartirán decálogos con los consejos para garantizar la seguridad en las playas y las piscinas.
Hasta el 9 de junio, en 2017 habían fallecido 151 personas por ahogamiento en España. Nueve de ellas, en Catalunya, según indica la Fundación Cet 10.
La entidad pone de relieve la necesidad de que las personas mayores estén siempre vigilantes cuando sus niños se bañan en el mar o la piscina, "ya que con menos de 27 segundos un niño que no sabe nadar puede empezar a ahogarse".
Las estadísticas reafirman la importancia de tener a los más pequeños bajo control. Tres de cada diez muertes que se dan entre menores de 18 años en este ámbito se producen en piscinas domésticas no vigiladas, según la Fundación Cet 10. Y dos de cada diez tienen lugar en playas no vigiladas. El año pasado, el 86 por ciento de los 437 ahogamientos que hubo en España sucedieron en espacios no vigilados, que incluyen por ejemplo los baños en ríos, lagos y embalses que carecen de vigilancia profesional.
Según Ramsés Martí, asesor en seguridad acuática, "la mayoría de los ahogamientos a edades tempranas se dan porque el niño ha entrado en el agua sin que nadie lo controlara, o se ha ahogado sin ser visto". Martí concluye que muchas de estas situaciones podrían evitarse con más vigilancia de padres, cuidadores y monitores.
