Egarvia inicia un proceso de reorganización técnica interna que le permitirá disponer de importantes herramientas que buscan optimizar y modernizar su gestión. Una de las principales novedades de este plan o al menos la que puede tener una mayor afectación para los conductores de la ciudad, será la aplicación de teléfono móvil que permitirá el pago de la zona azul a través de los celulares.
Se trata de un sistema que ya funciona en otras ciudades con especial eficacia y que se anunció para finales del año pasado o principios de ese 2017. Los usuarios de la zona azul saludaremos la puesta en marca de esa herramienta aunque se con cierto retraso. Sorprende que una ciudad como Terrassa pionera y realmente avanzada en soluciones digitales para la gestión digital haya tardado tanto en tomar la decisión con respecto a la gestión de la zona azul. Seguramente, desde el desconocimiento se puedan emitir juicios de valor injusto puesto que el plan que se ha hecho público va mucho más allá de la mera app de la zona azul, ya que también incluye a otro tipo de aparcamientos controlados y también a los subterráneos que gestiona la empresa pública terrassense.
Sea como sea, cualquier medida que implique hacer la vida más fácil a los ciudadanos debe ser bienvenida y en este caso, no sólo contribuirá a evitar o minimizar malas experiencias con la zona azul mejorando la relación de los ciudadanos con los aparcamientos de pago en superficie y además puede contribuir incluso a mejorar la gestión y los propios ingresos puesto que se facilita el pago a distancia.
Comisión
Ayer empezó a gestarse la comisión que debe estudiar la posible integración de la Escolla d’Infermeria y Teràpia Ocupacional de Terrassa con la fundación del Consorci Sanitari de Terrassa. La fórmula, de llevarse a cabo, parece que está tomando forma. El Ayuntamiento, que controla la Fundació Sant Llàtzer a través de la presidancia del alcalde quiere garantizar que la Escola mantendrá su independencia tanto económica como docente y pretende participar de forma directa en el órgano de gestión que resulte del proceso, si es que éste se lleva a cabo finalmente. Es, sin duda, una buena forma de empezar para preservar, más allá de alianzas estratégicas, el extraordinario activo que significa para la ciudad la EUIT.