Con un apasionado beso, dado sobre la tarima, en el recinto de la Seu d´Ègara, Bernat Navarro y Mercè Puig, los novios, han puesto, a las dos y veinte minutos de la tarde, el punto final a la boda al estilo ochocentista, este año auténtica, desarrollada hoy en el barrio del Antic Poble de Sant Pere. Pese a un invitado un tanto pelma -el intenso calor- la celebración se ha desarrollado tal y como estaba prevista, con un público numeroso y animado, y gran fervor popular. La novia ha aparecido puntual, sobre una mula, en el cruce entre las calles Bonaventura Castellet y Major de Sant Pere, en la que la comitiva ha tenido que pagar –en caramelos- la “patenta” para que un grupo de niños levantara el “barrament de pas”. La padrina de la fiesta ha sido Mercè Conesa, presidenta de la Diputació i alcaldesa de Sant Cugat, que en su intervención ha recordado a su tatarabuela “santperenca”, Joana Rusiñol.